La pandemia marcó un antes y un después en la industria farmacéutica

Tras la pandemia, la industria farmacéutica ha aprendido la importancia de la previsión y la estabilidad para el sector. Así lo ha asegurado Enrique Ordieres, presidente de Cinfa, en el foro CREO, organizado por CincoDías. Según Ordieres, las empresas farmacéuticas españolas carecen de un "modelo de estabilidad" y tienen un problema de escala, ya que muchas de ellas son familiares y necesitan crecer para competir con las grandes multinacionales.

Retos y desafíos

Uno de los retos más importantes para la industria farmacéutica española es el de la autonomía estratégica, especialmente en lo que respecta a las materias primas. "No damos importancia a que haya empresas que se vayan fuera o que productos no se perciban como estratégicos y se vayan fuera", ha lamentado Ordieres. "Hay cuestiones que no deberíamos olvidar de la pandemia y hay puntos débiles en todo el canal".

Otro de los desafíos a los que se enfrenta la industria farmacéutica es el de la anticipación. Según Ordieres, la industria farmacéutica, por su propia naturaleza, pivota lentamente y todos los cambios son a largo plazo. Por ello, es necesario tener una visión a largo plazo y estar preparados para los cambios.

El modelo español

A pesar de los retos, la industria farmacéutica española es un sector fuerte y competitivo. España es el sexto país del mundo en producción industrial de medicamentos y el cuarto si solo se tienen en cuenta los medicamentos fuera de patente. Este sector es un "valor y una garantía de seguridad", ha afirmado Ordieres.

El modelo español de farmacia es único en el mundo y garantiza el acceso a los medicamentos en todo el territorio, tanto en las grandes ciudades como en los pueblos pequeños. Este modelo se sustenta en una industria farmacéutica sólida y una distribución de alta gama con más de 22.000 farmacias.

Conclusiones

La pandemia ha marcado un antes y un después en la industria farmacéutica. Las empresas del sector han aprendido la importancia de la previsión y la estabilidad, y se enfrentan a retos como la autonomía estratégica y la anticipación a los cambios. A pesar de estos retos, la industria farmacéutica española es un sector fuerte y competitivo, con un modelo único en el mundo que garantiza el acceso a los medicamentos a toda la población.