El alto costo de tener un bebé en México: una guía financiera
Dar la bienvenida a un nuevo bebé es un momento de gran alegría y emoción, pero también implica una importante responsabilidad financiera. En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), nacen en promedio cinco bebés cada minuto, y solventar económicamente los 9 meses de gestación y los primeros nueve meses de vida del bebé puede costar alrededor de 260 mil pesos, según estimaciones de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Además de los gastos iniciales, los padres también deben prepararse para los costos a largo plazo asociados con la crianza de un hijo, como la educación, que según el Tec de Monterrey, puede alcanzar los 3 millones 500 mil pesos hasta los 18 años.
Planificación financiera para la llegada de un bebé
Ante la inminente llegada de un bebé, es esencial contar con una sólida planificación financiera para evitar sorpresas y garantizar el bienestar tanto de la madre como del recién nacido. La Guía para Padres de la Asociación Mexicana de Pediatría recomienda lo siguiente:
- Crear un presupuesto: Registrar todos los ingresos y gastos para identificar áreas de ahorro.
- Reducir gastos innecesarios: Eliminar gastos no esenciales para liberar fondos para los gastos del bebé.
- Ahorrar para emergencias: Establecer un fondo de emergencia para cubrir gastos imprevistos relacionados con el parto o la salud del bebé.
- Buscar apoyo financiero: Explorar programas de ayuda gubernamentales o de organizaciones privadas que brinden apoyo financiero a familias con recién nacidos.
Además de estos consejos, la fintech Yo te Presto enfatiza la importancia de la planificación patrimonial y financiera. Esto implica tomar medidas como redactar un testamento, designar un tutor para el bebé en caso de fallecimiento de los padres y contratar un seguro de vida para garantizar la protección financiera de la familia.
Impacto económico en la familia
La llegada de un bebé no solo implica gastos financieros, sino que también puede tener un impacto significativo en la vida profesional y personal de los padres. Las madres pueden verse obligadas a reducir sus horas de trabajo o dejar su empleo para cuidar al bebé, lo que puede afectar los ingresos familiares. Además, es posible que ambos padres tengan que asumir responsabilidades adicionales de cuidado, lo que puede generar estrés y agotamiento.
Ante estos desafíos, es crucial que las parejas aborden abiertamente las implicaciones financieras y emocionales de tener un bebé y trabajen juntos para crear un plan que satisfaga las necesidades de toda la familia.
"La llegada de un bebé es un evento que cambia la vida y es esencial estar preparado financieramente para afrontar los desafíos y oportunidades que conlleva. Una planificación cuidadosa y un apoyo sólido pueden ayudar a las familias a navegar este nuevo capítulo con confianza y alegría", afirma la Dra. Ana María Sánchez, pediatra y miembro de la Asociación Mexicana de Pediatría.