La producción de Stellantis cae en picado en Italia, lo que agrava la crisis del sector

La industria automovilística italiana corre el riesgo de convertirse en un actor irrelevante en el panorama europeo. Cuna de marcas históricas como Fiat, Ferrari o Lancia, está viviendo un año nefasto con una caída histórica de la producción. Su principal fabricante de automóviles, el grupo Stellantis (propietario de las mencionadas Lancia y Fiat), ha visto disminuir su producción en el país un 41% en los primeros nueve meses de 2024, según cálculos de los sindicatos, cuando la empresa había prometido que aumentaría su actividad allí para alcanzar el millón de unidades anuales en esta década.

Los sindicatos advierten de que el grupo se quedará por debajo del medio millón este año

Esto implica que la industria automovilística italiana terminará el ejercicio actual con menos de medio millón de vehículos ensamblados, frente a los 750.000 del año pasado, según los sindicatos. La Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA) señala que las plantas italianas llegaron a fabricar más de 880.000 unidades en 2024.

La situación es dramática no solo para los trabajadores, sino para toda la industria de componentes que trabaja para Stellantis. "Nuestra industria automovilística no puede sobrevivir si los volúmenes de producción siguen siendo tan bajos", ha declarado a Bloomberg Roberto Vavassori, director de Anfia (la asociación de la cadena de suministro del automóvil italiana) y director ejecutivo del proveedor de frenos Brembo

Miles de trabajadores se manifiestan pidiendo soluciones al Gobierno

"Muchos proveedores de automóviles en Italia son pequeños y también están en riesgo", ha añadido el empresario antes de la jornada de huelga de este viernes convocada por los sindicatos, que se han manifestado en Roma. Es la primera protesta que une a todos los sindicatos del país en los últimos 30 años, los cuales han pedido "un relanzamiento de las políticas industriales" y han acusado a Europa de no hacer nada al respecto, mientras Carlos Tavares (CEO de Stellantis) desvía la producción de la compañía a países más baratos.

"Esta inacción, combinada con las decisiones de Stellantis, está creando una verdadera carnicería social. Creemos que el director general de Stellantis, Carlos Tavares, está tomando decisiones perjudiciales para el futuro de la industria automovilística italiana. Tavares debe asumir sus responsabilidades", ha pedido en un comunicado uno de los sindicatos más fuertes de Italia.

Polonia se beneficia del descenso de la producción en Italia

Uno de los países que más se ha beneficiado de la situación es Polonia, que tiene unos costes laborales mucho más bajos y por ello se ha quedado con la producción del T03, el modelo más barato de la nueva marca Leapmotor. Esta es una firma china de la que Stellantis adquirió el 20% por 1.500 millones el año pasado, lo que supuso un cambio radical en la política de una empresa que siempre se ha mostrado muy beligerante con las marcas del gigante asiático.

Además del T03, Polonia también se ha quedado con la producción del Fiat 600, del que Stellantis tuvo que quitar la bandera italiana a petición del Gobierno de Giorgia Meloni, para que el cliente no crea que se produce en suelo italiano. Un caso similar fue el de un coche de Alfa Romeo, marca propiedad del grupo, que debió cambiar su nombre de "Milano" a "Junior", porque al igual que el Fiat 600 se hace en Polonia.

España, otro país bien considerado por Stellantis

España es otro país bien considerado por Stellantis, que está cerca de confirmar la construcción de una planta de baterías en Zaragoza, para proveer a su fábrica de coches de allí, que se quedará con la plataforma de producción STLA Small, la cual también irá a parar a Vigo, su mayor factoría en la península ibérica. Las comparaciones son odiosas: mientras en Italia, una de sus cunas (es un fabricante italofrancoestadounidense), hará menos de 500.000 unidades este año, en España el año pasado fabricó más de un millón de coches.

Mientras tanto, Meloni trata de seducir a fabricantes automovilísticos chinos para que llenen el hueco que está dejando vacío Stellantis. En este sentido, el fabricante del gigante asiático que más cerca está de producir en Italia es Dongfeng.