El Gobierno da un ultimátum a la patronal: "La próxima reunión será la última para negociar la reducción de jornada"

El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha anunciado que la próxima reunión para negociar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, prevista para el 29 de octubre, será la última. Esta advertencia se dirige principalmente a las organizaciones empresariales, que hasta ahora han rechazado sellar un acuerdo social para reducir la jornada máxima legal de las 40 horas semanales actuales.

Pérez Rey ha explicado que su departamento ha intentado llegar a un acuerdo con la patronal sin éxito. En la próxima reunión, el Gobierno incorporará a la mesa ayudas directas a la productividad para los sectores más alejados de las 37,5 horas, como el comercio, la limpieza o las peluquerías. Estas ayudas se sumarán al Plan pyme 375, que consiste en bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas de menos de 10 trabajadores y un volumen de negocio inferior a los dos millones para las contrataciones o conversiones de contratos a tiempo parcial en tiempo completo.

El Gobierno llevará al Congreso un proyecto de ley para reducir la jornada si no hay acuerdo

Si no se llega a un acuerdo social tripartito, el Gobierno llevará inmediatamente al Congreso un proyecto de ley para reducir la jornada. Pérez Rey ha reprochado tácitamente la postura de la patronal, sugiriendo que su negativa a sellar un pacto obedece a cuestiones políticas más que económicas.

El secretario de Estado ha justificado la reducción de la jornada como una medida de necesaria democracia laboral, ya que hay muchos trabajadores que ya trabajan 37,5 horas y otros muchos que no lo han logrado incluir en sus convenios colectivos. Sin embargo, ha insistido en que la reducción de la jornada no puede ser patrimonio exclusivo de los trabajadores de la banca, las tecnológicas y las grandes empresas, sino también de las peluqueras, los dependientes de comercio, los farmacéuticos y los trabajadores del ocio y el deporte.

La reducción de la jornada laboral es una medida muy esperada por los sindicatos y los trabajadores, que ven en ella una mejora de la conciliación de la vida laboral y familiar. Sin embargo, la patronal se ha mostrado reticente a aceptar la propuesta del Gobierno, argumentando que supondría un aumento de los costes laborales y una pérdida de competitividad.