Despliegue de las nuevas reglas fiscales de la UE

La implementación de las nuevas regulaciones fiscales adoptadas por la Unión Europea requerirá ajustes fiscales "significativos" en varios estados miembros, según lo advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus conclusiones sobre la zona euro, publicadas el pasado jueves.

Ajustes desiguales en los países

El FMI enfatiza la desigualdad en los esfuerzos presupuestarios que se deberán llevar a cabo, ya que recaerán principalmente en los países con niveles elevados de deuda, como España, en comparación con aquellos que tienen una menor carga.

Ante esta situación, el organismo internacional subraya la necesidad de un "apoyo político sostenido", tanto dentro de cada Estado miembro como por parte de los gobiernos en las instituciones de la UE que desempeñan un papel crucial en su aplicación, como la Comisión Europea y el Consejo de la UE.

Previsiones optimistas y cautelosas

A pesar de las dificultades que plantea el ajuste fiscal, el FMI también presenta previsiones optimistas, ya que considera que existe un margen considerable para reducir las tasas de interés.

El organismo predice que la zona euro logrará controlar completamente la inflación "en la segunda mitad de 2025". Esto permitirá al Banco Central Europeo (BCE) "relajar gradualmente su política monetaria" a un ritmo que dependerá de la evolución de los datos económicos.

No obstante, el FMI advierte que "la senda de desinflación prevista y los riesgos equilibrados en torno a ella implican que las tasas de interés pueden reducirse gradualmente hasta alcanzar una orientación neutral, coherente con una tasa de interés oficial terminal en torno al 2,5%, a finales del tercer trimestre de 2025".

Retos y recomendaciones para la UE

El FMI también aborda varios desafíos que enfrenta el área monetaria, que incluyen el bajo crecimiento, la disminución de la competitividad, los riesgos de conflictos comerciales y las posibles consecuencias negativas de otorgar ayudas estatales excesivas en el mercado único.

En este contexto, la UE enfrenta el desafío de negociar planes fiscales a mediano plazo a partir de septiembre, entre Bruselas y los Estados miembros, que se basarán en una estrategia fiscal clara y reformas estructurales que promuevan el crecimiento y la resiliencia.

El FMI recomienda un "ajuste fiscal más concentrado en la fase inicial" para los países con mayor deuda, ya que "respaldaría la confianza del mercado y crearía margen para futuras contingencias de gasto"

El organismo internacional destaca la importancia de una mayor integración de los mercados financieros para que Europa pueda alcanzar sus objetivos en materia de seguridad energética, mitigación del cambio climático y avance digital, y evitar quedarse rezagada con respecto a otras economías globales.

El FMI sugiere reforzar el papel de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para coordinar a las autoridades nacionales y promover una mayor armonización en temas como quiebras, impuestos, contabilidad y marcos legales.