El TJUE avala que las asociaciones de consumidores puedan representar a grandes inversores
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado que las asociaciones de consumidores pueden representar los intereses de los grandes inversores en los litigios contra las entidades financieras. Esta sentencia supone un revés para la legislación española, que limitaba la legitimación activa de estas organizaciones.
Antecedentes del caso
El caso que ha llevado a esta sentencia tiene su origen en una demanda presentada por la Asociación de Consumidores y Usuarios de Servicios Generales (Auge) contra el Banco Santander. Auge reclamaba la nulidad de dos contratos de productos financieros suscritos por dos de sus asociados, por considerar que se habían vulnerado sus derechos como consumidores. El banco, por su parte, alegó que Auge no tenía legitimación para representar a los inversores, ya que los productos financieros en cuestión no eran de uso común.
La sentencia del TJUE
El TJUE ha desestimado el argumento del Banco Santander y ha establecido que la directiva europea sobre los mercados de instrumentos financieros no permite reservar la legitimación activa de las asociaciones de consumidores a una determinada categoría de consumidores. En otras palabras, las asociaciones de consumidores pueden representar a cualquier consumidor, independientemente de su capacidad económica o del tipo de productos financieros en los que haya invertido.
Sin embargo, el TJUE sí que ha dejado en manos de los tribunales nacionales la posibilidad de determinar si los inversores que acuden a las asociaciones de consumidores cumplen los requisitos para disfrutar de los beneficios de la asistencia jurídica gratuita, como la exención de depósitos judiciales o la condena en costas.
Implicaciones de la sentencia
La sentencia del TJUE refuerza el papel de las asociaciones de consumidores en la defensa de los derechos de los inversores. Hasta ahora, estas organizaciones solo podían representar a los pequeños inversores, pero a partir de ahora podrán hacerlo también con los grandes inversores. Esto supone un importante avance en la protección de los consumidores, ya que las asociaciones de consumidores cuentan con los recursos y la experiencia necesarios para hacer frente a las grandes entidades financieras.