Cláusulas de rendimiento: ¿se puede despedir a un trabajador por no alcanzar objetivos?
Los tribunales españoles están revisando la validez de las cláusulas de rendimiento en los contratos de trabajo, que permiten a las empresas despedir a los empleados que no alcanzan determinados objetivos. Estas cláusulas han sido declaradas abusivas en varios casos recientes, dando lugar a un debate sobre su viabilidad.
Requisitos para la validez de las cláusulas de rendimiento
Para que una cláusula de rendimiento sea válida, debe cumplir dos requisitos:
- La condición debe ser un suceso futuro e incierto, o un suceso pasado desconocido por las partes, y no debe ser contraria a las leyes, la moral ni el orden público.
- La condición no debe ser de imposible cumplimiento ni suponer un abuso manifiesto de derecho por parte del empresario.
Las cláusulas que dependen de circunstancias sobre las que el trabajador no tiene control, o que establecen objetivos que la mayoría de los trabajadores no pueden alcanzar, se consideran abusivas.
Casos recientes
En un caso reciente, el Tribunal Supremo falló en contra de Digitex Informática SLU, que había despedido a varios teleoperadores por no alcanzar el 75% de la media de producción mensual. La Audiencia Nacional declaró nula la cláusula de rendimiento por considerarla abusiva.
En otro caso, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid reconoció el despido improcedente de un trabajador de una inmobiliaria que no había cumplido con los objetivos de captación de ventas. La empresa no pudo demostrar que el incumplimiento fuera voluntario, continuado y significativo.
Aplicación práctica
Los expertos consideran que la aplicación de las cláusulas de rendimiento es "extremadamente difícil" en la práctica. El despido debería dejarse para los casos más extremos y tomarse otras medidas antes, como notificar al trabajador sobre su bajo rendimiento y tratar de ayudarle a mejorar.
Las estadísticas del Ministerio de Trabajo muestran un aumento del 24% en los despidos por causas objetivas del trabajador en 2022, lo que incluye factores relacionados con el rendimiento o la capacidad del empleado.