Las empresas italianas que operan en España son optimistas sobre el futuro. Según el primer Barómetro sobre el clima y las perspectivas de la inversión italiana en España, el 90% de las empresas italianas considera que su presencia en el país ibérico es estratégica para su modelo de negocio.

Puntos fuertes

España ofrece a las empresas italianas varias ventajas, como su ubicación estratégica para acceder a los mercados de Sudamérica y Portugal, su estabilidad política y económica, y su cualificada fuerza laboral.

Valoración de los aspectos particulares

El 75,5% de las empresas italianas instaladas en España valoran positivamente el clima de negocios del país. Destacan aspectos como la calidad de vida, el desarrollo de prácticas sostenibles y el grado de digitalización.

Debilidades

A pesar de las ventajas, las empresas italianas también señalan algunas debilidades en el entorno empresarial español. La presión fiscal, el escaso apoyo público a las políticas de I+D+i y la falta de adecuación de la normativa laboral son algunas de las principales críticas.

Perspectivas

El 66% de las empresas italianas encuestadas prevé un incremento de su facturación en España durante 2024. El 49,1% planea aumentar su inversión y el 43,4% prevé ampliar su plantilla.

Los sectores más atractivos para las inversiones italianas son la innovación, la mejora de la productividad y la expansión geográfica.

Madrid se mantiene como el principal destino de la inversión italiana, seguida de Cataluña y Andalucía.

Relaciones comerciales

España es el tercer mercado exportador global para Italia. El volumen de la balanza comercial entre ambos países ha aumentado significativamente en los últimos años, alcanzando los 34.096 millones de euros en exportaciones y los 32.118 millones de euros en importaciones en 2023.

El Barómetro también destaca el buen desempeño económico de España e Italia, con crecimientos previstos del PIB superiores a la media de la UE en 2024.

Pese a las incertidumbres económicas y geopolíticas, más de la mitad de las empresas italianas en España no han percibido cambios significativos en el clima de negocios en los últimos doce meses.