Las dependientas de Inditex vuelven a protestar por sus condiciones laborales
Las trabajadoras de las tiendas del grupo Inditex vuelven a salir a las calles para reclamar mejoras en sus condiciones laborales. Este domingo, centenares de empleadas se han manifestado en A Coruña, donde se encuentra la sede central de la multinacional. La protesta, convocada por el sindicato CIG, mayoritario en Inditex en Galicia, ha reunido a trabajadoras de marcas como Zara, Oysho, Massimo Dutti o Stradivarius.
Reclaman igualdad de derechos
Las dependientas denuncian que sus condiciones laborales están "a mucha distancia" del resto de la plantilla de Inditex. No disfrutan de los pluses, bolsa de vacaciones, ticket de comedor o reducción de jornada por antigüedad que sí están vigentes en las plataformas logísticas del grupo, de mayoría masculina. "Los ingentes beneficios [de la compañía] se reparten de manera desigual", han denunciado las empleadas.
A sus compañeros se les recorta la jornada 48 horas al año cuando cumplen 53 años y se premian sus años de vinculación a la empresa con una prima de hasta 600 euros al mes. "Queremos que se nos compense con justicia e igualdad los años de servicio a la empresa", ha proclamado una de las portavoces sindicales. "No es desapego a nuestra empresa ni ánimo de perjudicarla, pero como trabajadoras responsables estamos obligadas a reclamar que no somos trabajadoras de segunda", añadió otra.
La protesta llega a la vivienda de Amancio Ortega
La marcha ha partido de la plaza de Lugo, el enclave coruñés que más establecimientos del grupo concentra, y ha llegado a Porta Real, donde ocho policías y dos lecheras les han cortado el paso hacia el paseo de O Parrote, en el que reside el fundador de Inditex, Amancio Ortega, y su hija Marta, actual presidenta de la compañía. "Marta, escucha, estamos en lucha", han coreado las manifestantes.
La protesta se ha unido a las que han celebrado CCOO y UGT a nivel estatal después de conocer que la multinacional registró en 2023 un resultado neto récord de 5.381 millones de euros, lo que supone un 30% más. La dirección mantiene abiertas negociaciones con los sindicatos en Madrid, pero la CIG considera que las mejoras ofrecidas hasta el momento a las trabajadoras de las tiendas son insuficientes.