Los beneficios del gigante alemán Bosch se reducen un tercio en 2024
Las crisis en la industria automotriz y en el sector de la ingeniería mecánica, así como la debilidad de la economía mundial y la presión competitiva de China, están pasando factura a las cifras anuales del proveedor de automoción y gigante tecnológico alemán Bosch. La compañía lleva tiempo desarrollando un programa de reducción de costes centrado, entre otras cosas, en un plan para recortar más de 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo.

Pese a ello, el grupo tecnológico redujo un tercio sus beneficios operativos en 2024. Según las cifras preliminares presentadas este viernes, las ganancias antes de impuestos cayeron hasta los 3.200 millones de euros el año pasado, un 33% menos que en 2023, cuando se registró un beneficio operativo de 4.800 millones.
La tasa de rentabilidad cayó casi dos puntos porcentuales desde el 5,3% hasta el 3,5%, alejándose así cada vez más del objetivo del 7% que la empresa necesita a largo plazo para su independencia financiera.
Pérdidas en ventas
Mientras, las ventas cayeron un 1% hasta los 90.500 millones de euros.
Declaraciones de Stefan Hartung, presidente del consejo de administración de Bosch
"Lo admito: era más fácil ser optimista", ha dicho este viernes el presidente del consejo de administración de Bosch, Stefan Hartung, durante la presentación de las cifras anuales preliminares.
El directivo ha reconocido que el grupo no está cumpliendo los objetivos: “A pesar de todos nuestros esfuerzos no hemos podido escapar a la realidad económica, pero en comparación con el resto de la industria, nuestro desempeño fue respetable”.
Dificultades del sector automotriz
“La industria automotriz está sufriendo una creciente presión competitiva, especialmente por parte de China, así como el exceso de capacidad y las incertidumbres regulatorias”, ha detallado.
Perspectivas de futuro
Pese a todos estos desafíos, el grupo alemán mantiene “ambiciosos objetivos comerciales”, aunque no espera una mejora significativa hasta 2026 debido a la gran incertidumbre mundial.
Llamamiento al futuro Gobierno alemán
En este contexto, Bosch espera que el futuro Gobierno alemán, que saldrá elegido en las elecciones del 23 de febrero, vuelva a prestar más atención a la economía germana y en particular a la industria. En su opinión es necesario un “mejor entorno empresarial” en el país y trabajar también para lograr una Europa “más fuerte”, que sepa aprovechar mejor las ventajas de un mercado común de unos 400 millones de personas.
Palabras del director financiero de Bosch, Markus Forschner
- Ninguna de las divisiones de la empresa está en números rojos, a pesar de una fuerte caída de los ingresos en algunos casos.
- Se espera un crecimiento moderado en EE. UU. a pesar del difícil entorno empresarial.
- Bosch se está preparando para todos los escenarios posibles ante los posibles aranceles que quiere aplicar el presidente estadounidense, Donald Trump.
- Bosch quiere continuar con sus inversiones en EE. UU. —“somos demasiado pequeños en Norteamérica”, ha dicho el director financiero— de donde provienen casi una quinta parte de sus ingresos.
Recortes de personal
La compañía anunció sus planes para suprimir más de 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo en los próximos años, de los cuales cerca de 8.000 estarán en Alemania. En total, el gigante tecnológico tiene 417.900 trabajadores.
“A nadie le gusta recortar empleos, pero queremos y necesitamos preparar nuestra empresa para el futuro. Y, lamentablemente, en vista de la situación actual del mercado y la intensificación de la presión competitiva, este objetivo no puede alcanzarse sin ajustes efectivos y prioridades claras”, ha asegurado Hartung.