Los juguetes tradicionales pierden terreno ante las pantallas
El sector del juguete atraviesa una tormenta casi perfecta: la inflación, la caída del consumo, la baja natalidad y el acceso temprano de los niños a las pantallas. En 2023, el número de jugueterías ha descendido a 1.160, 45 menos que en 2021, y las ventas agregadas del sector han disminuido casi un 4% (1.478 millones de euros en 2023 frente a los 1.550 millones de 2022), según datos de la consultora Circana.
Una competencia desleal y peligrosa
Además, el sector se enfrenta a una competencia desleal por parte de juguetes inseguros que se venden a precios muy bajos en mercados online. Según denuncia Marta Salmón, presidenta de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), "la cantidad de juguetes que se venden fundamentalmente en mercados online a través de terceros a precios muy económicos que, en su mayoría, no cumplen con la actual legislación de seguridad del juguete y en muchos casos son inseguros porque se desprenden piezas, son inflamables, contienen boro…".
El cierre de jugueterías históricas
Esta situación ha llevado al cierre de dos cadenas jugueteras históricas: Imaginarium y Poly. El caso de Imaginarium es especialmente llamativo, ya que se trata de una firma fundada en 1992 que llegó a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil. En 2021, la empresa pasó por un ERE que supuso el despido de 110 trabajadores y, en enero de ese mismo año, reconocía pérdidas por valor de 13 millones de euros.
Estrategias para sobrevivir
Algunas empresas del sector están optando por estrategias innovadoras para sobrevivir. Es el caso de Juguettos, una cooperativa que ha optado por la selección de productos, la mejora de la marca propia y la búsqueda de nuevos nichos de mercado, como los "kidults" (juguetes de coleccionista para adultos). Esta estrategia está dando sus frutos, ya que sus 277 tiendas facturaron 141 millones de euros el año pasado, lo que supone una caída de sólo el 1,4%.
El futuro del sector
El futuro del sector del juguete pasa por la incorporación de nuevos consumidores, el lanzamiento de novedades para revitalizar el mercado y el incremento del gasto por niño, que en 2022 fue de 211 euros, frente a los más de 300 de Francia o casi 400 de Alemania. Además, es necesario acabar con la estacionalidad del sector, que genera el 60% de los ingresos en Navidad.
¿Volverán los juguetes tradicionales a tener niños que los quieran?
En la era de las consolas, parece una tarea titánica. Sin embargo, empresas como Juguettos confían en que la magia del juguete tradicional siga cautivando a los niños. "Los juguetes siempre se han asociado a abrir una puerta a un mundo de ilusión. Una puerta que ahora parece entrecerrarse. Pero estamos seguros de que, con innovación y esfuerzo, podemos mantenerla abierta", afirma José Luis Díaz Mariscal, director general de Juguettos.