Mientras las espectativas de inversores y analistas se balancean en torno a los próximos pasos de los bancos centrales, los mercados financieros se encuentran en un punto de inflexión clave, y las palabras de Jerome Powell, jefe del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, se convierten en el timón de la dirección económica. Australia, atenta al panorama global, se prepara para una apertura ascendente en la Bolsa de Valores, a medida que Wall Street muestra una mezcla de resultados y las materias primas fluctúan en precios significativos.

¿Cómo han reaccionado los mercados a las últimas declaraciones de Powell?

Tras el análisis de Jerome Powell sobre la situación económica actual, se establece un escenario donde la posible disminución de la inflación hacia el 2% no muestra cambios significativos, manteniendo así las expectativas de recorte en las tasas de interés. Por su parte, se ha observado un aumento en el valor del oro y la estabilización del petróleo, mientras que el mineral de hierro ha visto una ligera retracción.

¿Qué repercusiones tienen estas variaciones en el mercado australiano?

Lo acontecido en Estados Unidos trae consiguientes movilizaciones en el índice S&P/ASX 200, ya que los futuros de ASX suben indicando un optimismo moderado que pretende capitalizar las tensiones económicas actuales. En paralelo, los comentarios provenientes de la Reserva Federal del Atlántico ratifican un contexto de revisión a la baja en las tasas de interés para el último trimestre del año.

¿Existe un consenso sobre el manejo de la política económica?

En medio de un ambiente de incertidumbre y riesgo, la estrategia del Reserva Federal se diseña en torno a la precaución con la esperanza de un equilibrio más favorable entre la actividad económica y la inflación, una línea que se espera seguir para el balance del 2023.