Los pequeños comercios al borde del colapso por el aumento de costes

Pese a que la economía española funciona bien, a los pequeños comercios no les salen las cuentas. Sus libros de contabilidad no van como un tiro, como dice el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El incremento de costes, los precios más elevados, la mayor competencia y el menor poder adquisitivo de los clientes son algunas de las razones de esta situación.

El aumento de costes ahoga a los pequeños negocios

Los pequeños comercios están siendo ahogados por el aumento de costes, especialmente los de la luz, los seguros sociales, el impuesto de Sociedades y el IVA. Estos costes están haciendo que muchos negocios tengan que cerrar sus puertas.

Francisco, pescadero del mercado de Ventas de Madrid, explica que han tenido que subir los precios hasta un 20% tras el paso de la pandemia. "Es una barbaridad. Tenemos que soportar muchos costes. La luz está imposible, lo mismo pasa con los seguros sociales, el impuesto de Sociedades y el IVA. Todo está hecho para que un empresario o una pyme no gane dinero y tenga sólo pérdidas. Subsistes gracias a la calidad de tu trabajo que atrae una clientela fija", detalla el pescadero.

Los precios más elevados reducen las ventas

El aumento de los precios también está reduciendo las ventas de los pequeños comercios. Los consumidores están optando por comprar en grandes superficies, donde los precios suelen ser más bajos.

Alfonso Medina, gerente de la Carnicería Mesonero del mercado municipal Puente de Vallecas, lamenta que la compra del cordero ha caído "en picado". En cambio, la del cerdo, mucho más barata, ha subido bastante.

Los españoles se están decantando por carnes de menor precio. El corte más barato de cordero no baja de los 17 euros cada kilo. En cambio, un kilo de lomo de cerdo (una pieza sin hueso y muy magra), está en el entorno de los cinco euros mientras que el kilo de pollo entero baja a los cuatro euros.

La mayor competencia también afecta a los pequeños comercios

Los pequeños comercios también están sufriendo la mayor competencia de las grandes superficies y las franquicias. Estas empresas tienen una mayor selección de productos y pueden ofrecer precios más bajos.

María, gerente de la tienda de ropa Lola Ayuso en el madrileño barrio de Pueblo Nuevo, explica que las ventas han caído un 20% en comparación con el primer año antes de la pandemia. "El cliente mira su presupuesto y se tira a las prendas low cost. Las ventas no han remontado y han caído", aclara.

El menor poder adquisitivo de los clientes

El menor poder adquisitivo de los clientes también está afectando a los pequeños comercios. Los consumidores están teniendo que gastar más dinero en alimentos y otros productos básicos, lo que les deja menos dinero para gastar en otros artículos.

Juana, clienta del mercado de Ventas de Madrid, explica que ahora compra más productos de marca blanca. "Hago compras grandes al comienzo del mes y suelo venir cada quince días al mercado para llenar la cesta con lo justo y necesario", cuenta.

¿Qué se puede hacer para ayudar a los pequeños comercios?

Hay varias cosas que se pueden hacer para ayudar a los pequeños comercios. Una de ellas es reducir los costes que tienen que soportar. Otra es aumentar el poder adquisitivo de los clientes. Y, por último, es importante promover el consumo en los pequeños comercios.

El Gobierno español está trabajando en un plan para ayudar a los pequeños comercios. Este plan incluye medidas para reducir los costes, aumentar el poder adquisitivo de los clientes y promover el consumo en los pequeños comercios.