El magnate octogenario que estafó 112 millones de dólares al HSBC

Lim Oon Kuin, un empresario petrolero singapurense de 82 años, ha sido condenado a 17 años y medio de prisión por estafar al banco HSBC 112 millones de dólares (106 millones de euros) e instigar a la falsificación de documentos.

El fundador de Hin Leong Trading compareció en las vistas judiciales en silla de ruedas y se enfrentaba a tres cargos, aunque inicialmente se presentaron más de 100 acusaciones. Lim y sus hijos ya habían acordado en septiembre pagar 3.600 millones de dólares a los liquidadores de la empresa y al acreedor HSBC en un caso civil separado, y se declararon en quiebra.

Un imperio petrolero derrumbado

Lim Oon Kuin fundó Hin Leong en 1963 como distribuidor de combustible y, tras varias décadas, la empresa familiar creció hasta convertirse en el mayor comerciante independiente de petróleo de Singapur y uno de los principales proveedores de combustible para barcos.

Sin embargo, el gran derrumbe de Lim se produjo en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 provocó la caída libre de los precios del petróleo. Una mala apuesta sobre la rápida contención del virus por parte de China expuso a la compañía a 800 millones de dólares en pérdidas ocultas en futuros sobre los precios del petróleo.

Otras prácticas descubiertas posteriormente incluían el uso de una única carga para obtener múltiples préstamos. Aunque la documentación oficial de la empresa apuntaba a un beneficio anual, en realidad llevaba años en números rojos.

El peso de la justicia

El juez Toh Han Li declaró que el caso implicaba algunos de los delitos de estafa más graves conocidos en la historia de Singapur y que la sentencia de cárcel de más de 17 años era necesaria para disuadir conductas similares.

El abogado defensor de Lim, Davinder Singh, había pedido una pena de siete años, dada la edad y el mal estado de salud de su cliente, pero el juez no concedió concesiones por su condición médica.

La sentencia ha conmocionado al sector empresarial de materias primas de Singapur, que aún se estaba recuperando de otros escándalos comerciales y contables, como los de Noble Group, Agritrade International, ZenRock Commodities Trading y Hontop Energy (Singapore).

El caso de Lim Oon Kuin ha puesto de relieve la necesidad de que Singapur frene las actividades ilícitas en sus firmas de comercio y ha dañado la reputación del país como centro de confianza para el comercio de materias primas.