Mason Capital denuncia la deficiente gestión de Grifols y pide un consejero independiente

Mason Capital Management continúa criticando duramente al consejo de administración de Grifols, que se encuentra en pleno proceso de espera de una posible oferta pública de adquisición (OPA) por parte de Brookfield y otros accionistas fundadores.

El fondo de inversión, que afirma representar alrededor del 2,1% del capital de Grifols, ha enviado una nueva carta al consejo de la farmacéutica en la que vuelve a denunciar las deficiencias de gobierno corporativo de la compañía, que han provocado importantes pérdidas para los accionistas y han llevado a la actual situación de incertidumbre.

Solicitud de un consejero independiente

En este sentido, Mason Capital ha solicitado la incorporación de Paul Herendeen al consejo de administración de Grifols, propuesto por un grupo de accionistas minoritarios. Según el fondo, el objetivo de este nombramiento es restablecer la supervisión independiente y desbloquear el valor de la compañía para los inversores.

El fondo recuerda que ya el pasado 8 de noviembre envió una carta al consejo de Grifols en la que pedía la implementación de una serie de medidas para hacer frente a las deficiencias de gobierno corporativo.

Respuesta del consejo de Grifols

Según Mason Capital, en su respuesta, el consejo de administración de Grifols únicamente siguió una de las recomendaciones, revelando que los miembros con conflictos de intereses habían presentado su dimisión del Comité Independiente de Transacción, formado para evaluar la oferta de Brookfield.

Por otra parte, Mason señala que el consejo de Grifols defendió la pobre asignación de capital en los últimos años, con la adquisición de una división de Novartis, Hologic NAT y Biotest, mientras que permaneció en silencio sobre otras cuestiones clave con conflictos de intereses flagrantes, como los pagos recibidos por Osborne Clarke en el asesoramiento de Grifols en las citadas transacciones.

Críticas a las adquisiciones y la gestión de Tomás Daga

En este sentido, Mason Capital critica duramente la gestión de Tomás Daga, exconsejero delegado de Grifols, señalando que las adquisiciones de Diagnostics y Biotest han resultado desastrosas para la compañía.

Según el fondo, los ingresos de Diagnostics se han desplomado desde su adquisición, mientras que Biotest actualmente aporta menos de cinco millones de euros al ebitda del grupo. Mason afirma que Grifols cotizaba a 22 euros por acción cuando se anunció la adquisición de Biotest, frente a los menos de 11 euros actuales.

Además, el fondo señala que el consejo de Grifols intenta distanciar a Tomás Daga de Osborne Clarke España, pero no revela que este despacho de abogados era conocido anteriormente como Daga y Sauret.

Mason Capital concluye su carta afirmando que Tomás Daga y Osborne Clarke España están "inexorablemente unidos" y que su relación ha influido claramente en las decisiones de inversión de Grifols.