McDonald’s denuncia a los cárteles de la carne de vacuno en EE. UU. por inflar los precios
McDonald’s ha presentado una demanda contra los gigantes de la industria cárnica estadounidense acusándolos de inflar artificialmente los precios del vacuno, el principal ingrediente de sus hamburguesas, mediante acuerdos para restringir la competencia. La maniobra legal se suma a las investigaciones en curso del Departamento de Justicia y el Departamento de Agricultura sobre posibles prácticas anticompetitivas en el sector.
Acusaciones de colusión y prácticas anticompetitivas
La demanda, presentada ante un tribunal de Nueva York, alega que JBS, Tyson, Cargill y National Beef, junto con varias de sus filiales, han incurrido en prácticas ilegales desde al menos 2015. Según McDonald’s, estas empresas se coordinaron para pagar precios artificialmente bajos por el ganado destinado al sacrificio y, al mismo tiempo, restringieron la oferta de carne de vacuno, lo que llevó a aumentos inflados de precios.
Concentración del mercado y facilitación de la colusión
La demanda destaca la alta concentración en la industria mayorista de carne de vacuno estadounidense, con los cuatro grupos demandados controlando alrededor del 80% del suministro en 2018. Además, señala que la estructura del mercado, con las cárnicas en la cima de la cadena de suministro, ha facilitado las supuestas actuaciones colusorias.
McDonald’s afirma que las frecuentes reuniones entre ejecutivos y empleados clave de las empresas demandadas ofrecieron oportunidades para intercambiar información y estrategias, lo que promovió la coordinación de las restricciones de suministro.
Implicaciones para los consumidores y la industria
Las acusaciones de McDonald’s tienen implicaciones potencialmente significativas para los consumidores y la industria alimentaria. Los precios inflados de la carne de vacuno han contribuido al aumento de los costos de las hamburguesas y otros productos cárnicos, afectando a los presupuestos de los hogares y a la rentabilidad de los restaurantes.
Si se demuestra que las prácticas anticompetitivas denunciadas son ciertas, las empresas involucradas podrían enfrentar sanciones legales, incluidos daños y perjuicios, multas y cambios regulatorios. El resultado de la demanda podría remodelar el panorama de la industria cárnica estadounidense y establecer un precedente para futuras acciones contra prácticas anticompetitivas.