Austeridad para disminuir el déficit presupuestario de México

El gobierno mexicano se ha comprometido con la austeridad para reducir el déficit presupuestario del país, que actualmente se encuentra en su nivel más alto desde 1988. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, ha delineado un escenario con un ajuste a la baja de 833.664 millones de pesos en el gasto programable pagado, equivalente a una reducción del 12% en el gasto de 2024. Este recorte es parte de un plan para reducir el déficit presupuestario al 2,5% del PIB, frente al 5% con el que cerrará este año. El recorte al gasto no afectará los compromisos de gasto social ni impactará la provisión de servicios públicos ni el pago de obligaciones legales o contractuales. Sin embargo, los analistas anticipan que implicará menos gasto en obra pública en el arranque del siguiente Gobierno. Para 2025, se estima una consolidación fiscal con un menor gasto, como resultado de una disminución del costo financiero asociado a un entorno de menores tasas de interés y un menor gasto programable que excluye gasto no recurrente previsto en 2024. James Salazar, subdirector de Análisis en CI Banco, reconoce que difícilmente cualquier nueva Administración aceptaría un recorte en el gasto de esa magnitud. El especialista añade a esta carrera de obstáculos para 2025 la proyección de una desaceleración en la actividad económica, con niveles del 2% al 3%, lo que supondría menos recaudación por impuestos. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, explica que el nivel de deuda, al filo del 50% del PIB, supone un riesgo para la economía mexicana, debido a que las agencias calificadoras podrían hacer cambios en la perspectiva de la calificación crediticia de la deuda soberana de México. El gobierno espera que al reducir el déficit presupuestario se evite incurrir en más deuda y, por lo tanto, se proteja la calificación soberana del país. Con la entrega de los Precriterios de Política Económica 2025, comienza un proceso que culminará con la aprobación del primer Presupuesto de Egresos de la Federación de la próxima Administración, que tomará posesión el próximo 1 de octubre.