La minería ilegal de oro en Ghana amenaza la producción mundial de chocolate
En Ghana, el auge de la minería ilegal de oro, conocida localmente como «galamsey», está teniendo un impacto devastador en la producción de cacao, impulsando los precios mundiales del chocolate a niveles sin precedentes. Según un informe de Grupo Milenio, muchos agricultores ghaneses, desanimados por los bajos precios del cacao y atraídos por las promesas de ganancias rápidas, están vendiendo sus tierras a mineros ilegales, quienes están arrasando vastas áreas y contaminando las fuentes de agua del país.
El éxodo de los cacaoteros hacia el oro
El costo del cacao en Nueva York se ha triplicado desde 2023, pero los agricultores de Ghana no están viendo los beneficios debido a los controles de precios implementados por la Junta del Cacao de Ghana (Cocobod). Esta situación, como señalan Aanu Adeoye y Susannah Savage, está llevando a muchos a abandonar sus cultivos y buscar fortuna en la minería de oro.

Isaac Frimpong, un agricultor de 31 años, es un ejemplo de esta situación. Después de años de trabajar para otros, Frimpong planeaba establecer su propia granja, pero descubrió que la tierra que había arrendado había sido invadida por mineros ilegales. «La tierra ahora es inutilizable», lamenta Frimpong, quien ahora trabaja como jornalero en otras granjas.
Impacto en la producción de cacao
El aumento de la minería ilegal está exacerbando una crisis que ya estaba afectando la producción de cacao en Ghana. El año pasado, la producción cayó un 20 por ciento debido al cambio climático, los brotes de enfermedades y la falta de inversión. Esta escasez global está reduciendo los márgenes de los fabricantes de chocolate y obligando a los consumidores a aceptar barras más pequeñas y recetas con menos cacao.

Antonie Fountain, director general de Voice Network, describe el «galamsey» como «la más maligna» de todas las fuerzas que impulsan la crisis. «Una vez que el galamsey llega a tus granjas, el suelo y el agua son un páramo contaminado», afirma Fountain.
La fiebre del oro y sus consecuencias ambientales
La destrucción en Ghana, el mayor productor de oro de África, es un claro ejemplo de los efectos colaterales de los altos precios del oro. La minería ilegal está causando graves daños ambientales, incluyendo la deforestación, la contaminación del agua y la destrucción de tierras agrícolas. Según WaterAid, la contaminación causada por la minería ilegal es un «ecocidio».
Corrupción y falta de acción gubernamental
A pesar de las protestas de la industria y los ambientalistas, no se han tomado medidas significativas para abordar el problema. Un informe encargado por el gobierno en 2021 responsabiliza del crecimiento del «galamsey» a los reguladores «corruptos» y a los funcionarios del partido gobernante.
Enoch Randy Aikins, analista del Instituto de Estudios de Seguridad, señala que «el galamsey se ha convertido casi en una especie de cártel de la droga financiado por personas muy cercanas al poder». Esta situación dificulta enormemente la capacidad del gobierno para imponer su autoridad.
Alternativas para los agricultores
Algunos agricultores, como Frederick Owusu, se niegan a vender sus tierras a los mineros. Owusu, quien fue reconocido como el «Mejor Agricultor» en su distrito, rechazó una oferta de 450 mil cedis (29 mil dólares) por sus tierras. Sin embargo, debido a los bajos beneficios del cacao, Owusu planea diversificar su producción y cultivar otros productos como arroz y palma, además de criar animales.
El futuro incierto del cacao ghanés
La minería ilegal de oro está exacerbando la crisis del cacao en Ghana y amenazando la sostenibilidad de la industria. Si no se toman medidas urgentes para combatir el «galamsey» y apoyar a los agricultores, la producción de cacao en Ghana podría colapsar, con graves consecuencias para el mercado mundial del chocolate.
- Impacto ambiental: Destrucción de tierras agrícolas y contaminación del agua.
- Impacto económico: Disminución de la producción de cacao y aumento de los precios del chocolate.
- Impacto social: Explotación laboral y corrupción.
James Ayim, miembro de la asamblea local, cree que la mejor solución es una mejor regulación de la minería en pequeña escala. «Para los jóvenes que hacen esto, se trata de supervivencia. La minería a cielo abierto no se puede detener, pero tal vez se pueda hacer de manera responsable», concluye Ayim.