La petrolera Moeve, ex Cepsa, apuesta por las renovables

Moeve, la nueva marca de la antigua Cepsa, ha anunciado su intención de abandonar gradualmente los combustibles fósiles y centrarse en las energías renovables. El consejero delegado de la empresa, Maarten Wetselaar, ha declarado que el cambio es "irreversible" y que las energías renovables y la movilidad eléctrica representarán más de la mitad de los beneficios de la empresa a finales de esta década.

Wetselaar reconoce que se han planteado vender todos sus activos fósiles, pero que sus clientes no pueden adaptarse a un cambio tan rápido. Por ello, Moeve ha optado por una transición gradual, pasando por un periodo híbrido hasta convertirse en líder en el sector de las renovables.

Diversificación hacia las renovables

Moeve prevé que los biocombustibles de segunda generación representen el 20-25% de sus beneficios en 2030, mientras que el hidrógeno verde y sus derivados aportarán otro 20-25%. La carga superrápida para vehículos eléctricos también contribuirá con un 5-10%.

Los desafíos de la transición

Wetselaar reconoce que la transición a las energías renovables no está exenta de desafíos. El principal obstáculo es la falta de apoyo de los inversores, que prefieren invertir en empresas que se dediquen exclusivamente a los combustibles fósiles o a las energías renovables. Además, el precio del hidrógeno verde sigue siendo más elevado que el del producido con gas natural, lo que desincentiva la demanda.

Sin embargo, Wetselaar confía en que la transición es necesaria para asegurar el futuro de Moeve. "El mundo inversor no puede apoyar este movimiento, pero nuestro mundo inversor [el fondo soberano Mubadala y el fondo estadounidense Carlyle] está encantado de hacerlo", afirma.

El papel de España

El negocio de Moeve depende en gran medida de España, donde la adopción del coche eléctrico y de las energías renovables avanza más lentamente que en otros países europeos. Wetselaar reconoce que España va más despacio en la adopción del coche eléctrico, pero destaca su liderazgo en energías renovables.

Moeve prevé que su planta de biocombustibles de segunda generación y de combustible de aviación sostenible (SAF) en Huelva esté operativa en dos años, convirtiendo a España en un país exportador de SAF. Sin embargo, Wetselaar subraya que España necesita una industria de hidrógeno verde fuerte para alcanzar su potencial en las energías renovables.

En cuanto al fraude de carburantes, que supera los 1.000 millones de euros anuales en España, Wetselaar afirma que es un problema grave que está poniendo en peligro la competencia leal. "Estamos hablando de un fraude que alcanza el 25% del mercado, lo que permite a los defraudadores vender por debajo de coste. No podemos competir con ellos", señala.

Conclusión

Moeve, la antigua Cepsa, se encuentra en medio de una importante transformación, abandonando los combustibles fósiles y apostando por las energías renovables. El éxito de esta transición dependerá del apoyo de los inversores, de la reducción del precio del hidrógeno verde y de la aceleración de la adopción de las energías renovables en España.