La movilidad eléctrica enfrenta desafíos en la España rural: Un análisis de la infraestructura de recarga
La transición hacia la movilidad eléctrica se está acelerando en muchas partes del mundo, pero en España, la distribución de la infraestructura de recarga revela una marcada disparidad entre las áreas urbanas y rurales. Según un artículo de Pablo González (El País, 2025), cuatro comunidades autónomas – Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía – están acaparando el 60% de la red de recarga del país. Esta concentración está generando preocupaciones sobre la viabilidad de la adopción de vehículos eléctricos en la llamada «España vacía», donde el coche sigue siendo esencial para la movilidad.
El Plan del Gobierno y las Desigualdades Territoriales
El Gobierno español está impulsando la movilidad eléctrica a través de diversas iniciativas. Recientemente, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, presentó el mapa interactivo Reve, que muestra la ubicación de los puntos de recarga de acceso público en España. A pesar de que la administración asegura que el 99% del territorio se encuentra a menos de 50 kilómetros de un conector, el mapa revela importantes desigualdades territoriales. Como señala González (2025), la infraestructura se está desarrollando a un ritmo mucho más rápido en las grandes ciudades, donde los ciudadanos ya tienen acceso a sistemas de transporte público alternativos.

Cataluña, Madrid y las Comunidades del Levante: Un Análisis Detallado
De los 26.000 puntos de recarga registrados por el Gobierno, Cataluña lidera con 5.000, concentrados principalmente en Barcelona. Madrid le sigue con 4.000, mientras que la Comunidad Valenciana y Andalucía superan los 3.000 conectores cada una, con importantes concentraciones en urbes como Sevilla y Málaga. El País Vasco también destaca por su red bien distribuida, con más de 1.500 puntos de recarga. Esta concentración en áreas urbanas está dejando atrás a las zonas rurales, donde la falta de infraestructura dificulta la adopción de vehículos eléctricos.

El Desafío de la España Rural: Accesibilidad y Mantenimiento
Una de las principales barreras para la adopción de la movilidad eléctrica en la España rural es la accesibilidad a los puntos de recarga. Muchos municipios se encuentran a más de 30 minutos de distancia del punto de recarga más cercano. En el Principado de Asturias, por ejemplo, la parte occidental y el Parque de los Picos de Europa carecen de puntos de recarga, mientras que el eje Oviedo-Gijón y el litoral cuentan con una red más amplia. La situación en Cantabria es similar, con la mayoría de los puntos de recarga ubicados en Santander y sus alrededores. Extremadura es el caso más extremo, con apenas 500 puntos de recarga, lo que representa solo el 2% de la infraestructura a nivel nacional (González, 2025).
La falta de mantenimiento es otro factor que está afectando la viabilidad de la movilidad eléctrica en las zonas rurales. Un estudio de Anfac, la principal asociación de automóviles de España, revela que más de una cuarta parte de la infraestructura a nivel nacional no está funcionando debido a problemas de mantenimiento. Este problema es particularmente grave en áreas como la Alta Garrotxa, una zona montañosa en Girona, donde la falta de infraestructura se combina con la falta de mantenimiento, según reporta González (2025).
El Futuro de la Movilidad Eléctrica en España: Planes y Perspectivas
A pesar de las desigualdades, la ministra Aagesen ha señalado que solo el 80% de los operadores han comunicado sus cifras, lo que sugiere que la red de puntos de recarga es más extensa de lo que indica el mapa. Anfac estima que existen más de 46.000 puntos de recarga en el país. El Gobierno está trabajando para recopilar más información sobre los operadores y mejorar la señalización de los puntos de recarga que no están en funcionamiento. Además, se está impulsando la publicación del grado de cumplimiento de las obligaciones de las estaciones de servicio, lo que podría aumentar el número de puntos de recarga en España.
El Impacto Socioeconómico de la Desigualdad en la Movilidad Eléctrica
- Desigualdad de Oportunidades: La disparidad en la infraestructura de recarga está creando una desigualdad de oportunidades entre los ciudadanos urbanos y rurales.
- Impacto Ambiental: La falta de adopción de vehículos eléctricos en las zonas rurales podría retrasar los objetivos de reducción de emisiones y sostenibilidad.
- Desarrollo Económico: La inversión en infraestructura de recarga en las zonas rurales podría impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo.
En conclusión, la movilidad eléctrica en España enfrenta el desafío de superar las desigualdades territoriales en la infraestructura de recarga. Si bien el Gobierno está tomando medidas para abordar este problema, es fundamental que se invierta en la expansión y el mantenimiento de la red de recarga en las zonas rurales para garantizar que todos los ciudadanos puedan beneficiarse de la transición hacia una movilidad más sostenible. La colaboración entre el gobierno, los operadores y la sociedad civil será esencial para lograr este objetivo.