Huelga de médicos residentes en Inglaterra pone en jaque al NHS

En el epicentro de las tensiones laborales en el sistema de salud del Reino Unido, los médicos residentes, representados por la Asociación Médica Británica (BMA), están dispuestos a cancelar la huelga programada del 24 al 28 de febrero, si los líderes del Servicio Nacional de Salud (NHS) les permiten prolongar el periodo para realizar acciones sindicales. La disputa surge tras la acusación de la BMA hacia el Gobierno por no presentar una oferta mejorada en cuestiones salariales dentro del plazo establecido, dejando a miles de médicos sin otra opción más que el paro. El presidente de la BMA, profesor Philip Banfield, expresó en una carta las intenciones del comité de levantar la huelga si se negocia durante la extensión solicitada.

En este complejo escenario, se espera que miles de citas y operaciones del NHS sean canceladas, repitiendo la historia del paro de seis días en enero, que ya afectó gravemente a los servicios de NHS, provocando un retraso considerable en la atención a los pacientes. Sir Julian Hartley, director ejecutivo de NHS Providers, remarcó la grave preocupación por los pacientes que tendrán que esperar aún más por cuidados necesarios.

Por otro lado, tras el incremento salarial promedio cercano al 9% obtenido este año financiero, la BMA insiste en una 'restauración salarial' comenzando con un 35%. La Asociación pide más tiempo para presentar su petición de aumento al Gobierno ante la lenta progresión en las negociaciones. La secretaria de salud y asuntos sociales, Victoria Atkins, reaccionó argumentando la falta de disposición del comité al rechazo de llevar la oferta a sus miembros y aseguró estar abierta a seguir con las conversaciones para mejorar las condiciones laborales.

La contienda laboral en el NHS no es solo una cuestión de cifras; afecta directamente a la mitad de la plantilla médica del sistema, constituida por jóvenes doctores en formación, quienes dependiendo de su especialidad pueden acumular hasta nueve años de experiencia. La disputa por un acuerdo justo se convierte en un reflejo de la situación actual del NHS y pone en perspectiva la valoración de los profesionales de la salud en la sociedad.