Las arcas del Estado tiemblan ante el peso de las nuevas deudas
La recaudación de impuestos de junio cayó un 14% interanual en términos reales, lo que refleja el impacto de la recesión en la economía. Se estima que la emisión de nuevas letras de regulación monetaria implicará un ajuste fiscal adicional de entre $600.000 millones y $800.000 millones por mes.
El Gobierno se prepara para lanzar nuevas letras de regulación monetaria, una medida que trasladará al balance del Tesoro el remanente de la deuda remunerada del Banco Central. Este movimiento pretende cerrar el grifo de la emisión monetaria, pero también traerá consecuencias para las cuentas públicas.
Mayor carga fiscal
La administración central asumirá el pago de los intereses de estas nuevas letras, lo que supondrá una mayor carga para las arcas públicas. Estimaciones privadas calculan que el Tesoro necesitará hacer un ajuste adicional de entre $600.000 millones y $800.000 millones al mes para afrontar estos intereses.
El Gobierno busca mostrar superávit fiscal, pero si quiere continuar con esta tendencia, deberá limitar el pago de intereses por el reemplazo de los pases. En caso contrario, deberá recurrir a otras fuentes de ingresos o recortes en el gasto para evitar un déficit.
Impacto en las provincias
La segunda etapa del plan anunciado por el Gobierno no solo afectará al Tesoro Nacional, sino que también tendrá un impacto en las cuentas provinciales. Algunos distritos gravan a los bancos con Ingresos Brutos por los intereses de los pases pasivos del BCRA. Estos recursos dejarán de ser percibidos, ya que las letras emitidas por el Tesoro no se encuentran sujetas a este impuesto.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires será la más afectada, ya que en su territorio se concentra la mayoría de las entidades bancarias. Sin embargo, el hecho de que los bancos no paguen Ingresos Brutos sobre estas nuevas letras dejará un mejor saldo para la tasa efectiva que perciben, lo que el Gobierno espera que se traslade a los plazos fijos.
La situación fiscal de Argentina continúa siendo preocupante, con una recesión que impacta en la recaudación de impuestos y nuevas deudas que aumentan la carga sobre las arcas del Estado. El Gobierno deberá tomar medidas para ajustar sus finanzas y evitar un mayor desequilibrio fiscal.