Perspectivas económicas: qué opinan los expertos para 2025
Llega noviembre y volvemos a estar en la temporada alta de las previsiones económicas y de mercado. Hay tantas que, como las mandarinas y las setas, parece que cada año llegan antes. Pero ¿para qué sirven estas previsiones?
Dividir la evolución de los ciclos de los mercados en periodos de 12 meses tiene poca base científica, pero el ejercicio tiene sus ventajas. Primero, obliga a sentarse y ordenar ideas. Y segundo, a algunos inversores les da una sensación de control que les permite dormir mejor. El problema es que tanto material abruma, por lo que, tras haber revisado una veintena de estos análisis, Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING España, ha elaborado un ránking de las previsiones para 2025, ordenadas de mayor a menor consenso.
1. Los tipos de interés van a bajar
Este es el punto sobre el que hay más consenso. La inflación ya no quita el sueño a bancos centrales ni gobiernos, y las economías empiezan a flojear. Por eso, este otoño los bancos centrales empezaron a levantar el pie del freno, recortando los tipos de interés, la variable más relevante para los mercados financieros.
En Europa, el tipo de interés que obtienen los bancos al depositar su dinero cada día en el banco central ya ha caído del 4 al 3,25% y se espera que llegue al 1,75% en 2025. En EE UU bajaron del 5,5% al 4,75% y apuntan a un 3,75% en un año. El recorte puede ser mayor o menor del previsto hoy, pero la dirección es clara y ni Trump, ni la tensión en Oriente Medio van a cambiarlo.
Las implicaciones llegan a todos los rincones del mercado: las hipotecas bajarán, los precios de la vivienda subirán, las empresas ganarán más al pagar menos por su deuda y valdrán más porque descontarán sus futuros flujos de caja con tipos menores, los bonos que ya hemos comprado valdrán más, y las empresas podrán invertir a costes más razonables.
2. No habrá recesión
A estas alturas, con el paro aún cercano a mínimos históricos en Europa y Estados Unidos, puede parecer obvio, pero no lo ha sido hasta hace pocos meses. Los analistas llevan tres años pronosticando la recesión, y por eso el año pasado las recomendaciones de inversión funcionaron mal.
3. La Bolsa irá bien
En una recesión hay que alejarse de la Bolsa. Los más cautos se han perdido el 24% de rentabilidad que ha generado la Bolsa mundial en lo que llevamos de año. Para 2025 las recomendaciones son opuestas: la Bolsa es el activo más recomendado por la mayoría de los analistas, principalmente porque que esperan incrementos del beneficio empresarial del 12% en EE UU y del 8% en Europa.
4. Trump es bueno para la Bolsa estadonidense y malo para el resto
Las empresas estadounidenses se beneficiarán de menos impuestos, menos regulación—sobre todo el sector financiero, que es enorme dentro del segmento de pymes—y menos competencia, gracias a las barreras comerciales. El lado negativo es que se enfrentarán a tarifas y restricciones para importar (Trump ya amenaza con un 25% de tarifas a Canadá y México, sus principales socios comerciales) y para exportar, cuando los países afectados adopten represalias.
Fuera de EEUU, las empresas se enfrentan a los mismos problemas, pero no tienen ninguno de los beneficios. En su conjunto la Bolsa mundial gana, dado que las empresas americanas representan casi dos tercios de la capitalización mundial.
5. El petróleo no pinta bien
La desaceleración económica, combinada con la electrificación en algunos países como China hace que se necesite menos petróleo en 2025. La OPEP estimaba hace unos meses que en 2025 la demanda crecería 2,2 millones de barriles diarios. Ya ha recortado cuatro veces la estimación, que va ahora por los 1,8 millones. Y otro motivo es la expansión de la oferta. Trump quiere que Estados Unidos produzca 3 millones de barriles diarios adicionales a los 13 millones que ya produce. Ese incremento es casi imposible, pero sin duda la producción aumentará, presionando precios a la baja, siempre que no explote la geopolítica.