Los mercados financieros mundiales están sufriendo una importante caída ante la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión. Esta situación ha provocado una jornada de fuertes pérdidas en las bolsas de todo el mundo, con una caída del 2,5% en el Ibex 35 de España y un desplome del 12,4% en el índice Nikkei de Japón, en lo que supone su peor jornada desde 1987.
El detonante del pánico inversor fue la publicación del débil dato de empleo en Estados Unidos el pasado viernes. En julio, se crearon 114.000 puestos de trabajo, por debajo de los 175.000 esperados por el mercado, mientras que la tasa de desempleo aumentó dos décimas, hasta el 4,3%.
El miedo se apodera de los inversores
Estos datos han generado inquietud entre los inversores, ya que sugieren que la economía estadounidense podría estar enfriándose. La Reserva Federal (Fed) ha anunciado que mantendrá las tasas de interés hasta septiembre, lo que podría agravar aún más la situación.
Las tecnológicas, las grandes perdedoras
La caída de las bolsas llega sobre un terreno ya abonado por las elevadas valoraciones de las grandes empresas tecnológicas. Estas compañías han liderado las alzas en Wall Street, pero sus elevados precios han generado dudas ante la posibilidad de que los resultados no estén a la altura de las expectativas.
El llamado "índice del miedo", que mide el riesgo de caídas en Wall Street, ha alcanzado su nivel más alto desde la pandemia de 2020. Esto indica que los inversores están cada vez más preocupados por la posibilidad de una recesión.
Cambio radical de sentimiento
El cambio de sentimiento en los mercados se ha producido en agosto, un mes en el que tradicionalmente baja el volumen de negociación. Esta situación hace que sea más fácil que se produzcan grandes oscilaciones en los precios, incluso con un menor volumen de dinero.
La fuerte caída de la bolsa japonesa se ha debido al aumento del yen en las últimas jornadas, después de que el Banco de Japón subiera los tipos de interés. Esta subida ha castigado a los inversores que se habían endeudado en yenes para invertir en activos europeos y estadounidenses.
Consecuencias económicas
Los temores sobre una posible recesión ya están provocando cambios en las expectativas económicas. Se ha disparado la probabilidad de que la Fed realice un recorte de las tasas mayor de lo previsto en septiembre. Si la debilidad del mercado laboral estadounidense persiste en agosto, la Fed podría acelerar las rebajas de tipos para evitar la recesión.
El dinero está huyendo de la renta variable hacia la renta fija. La rentabilidad de los bonos estadounidenses a diez años ya cotiza en el 3,7%, niveles no vistos desde mayo de 2023. A las caídas de las bolsas se suma también la corrección de los criptoactivos.
- Las bolsas mundiales se desploman ante el temor a la recesión en Estados Unidos.
- El Ibex 35 cae un 2,5% y el Nikkei se hunde un 12,4%.
- La debilidad del empleo en EE.UU. y la política monetaria de la Reserva Federal alimentan los miedos.