La lenta marcha hacia la igualdad de género en el poder empresarial español

Aunque los avances en la representación femenina en el ámbito empresarial español son innegables, la pregunta que muchos se están haciendo es si esta paridad numérica se está traduciendo en una distribución equitativa del poder y la responsabilidad. Según un informe reciente de Atrevia e IESE Business School, las empresas del Ibex 35 han superado por primera vez el 40% de representación femenina en sus consejos de administración, impulsado por la nueva Ley de Paridad. Sin embargo, esta cifra, aunque alentadora, revela una realidad más compleja cuando se analiza la presencia de mujeres en puestos ejecutivos clave.

El espejismo de la paridad en los puestos de liderazgo

«Los avances en paridad entre hombres y mujeres en el mundo empresarial y laboral son considerables», afirma Manme Guerra (2025) en un artículo para El País, pero añade que «eso no se traduce en un reparto más equitativo de poder y responsabilidad. Hay mujeres, pero no mandan tanto como los hombres. Queda, pues, bastante camino por recorrer».

El informe destaca que, si bien la presencia de mujeres en las comisiones del Ibex 35 ha aumentado hasta el 48,12%, su participación se concentra principalmente en áreas como sostenibilidad, medio ambiente y buen gobierno. En la comisión ejecutiva, donde se toman las decisiones cruciales para el negocio, la representación femenina apenas alcanza el 21%. Esta disparidad evidencia que las mujeres aún tienen dificultades para acceder a los puestos de mayor influencia.

La escasez de mujeres en la cima: CEO y presidentas

El camino hacia la igualdad se vuelve aún más cuesta arriba cuando se observa el número de mujeres que ocupan los puestos más altos en las empresas cotizadas. De acuerdo con los datos recopilados, solo 15 empresas cotizadas están presididas por mujeres, lo que representa un 11,47% en el Ibex y un 13,25% en el resto del mercado continuo. Estos números reflejan la persistencia de barreras invisibles que impiden a las mujeres alcanzar la cima del poder corporativo.

Retrocesos preocupantes en el liderazgo femenino

Un dato que genera especial preocupación es la disminución del número de mujeres directivas en España, que pasó del 40% al 38,4% el año pasado, según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton. Aunque España sigue liderando la clasificación europea, este retroceso pone de manifiesto que la paridad no puede darse por sentada y que es necesario seguir trabajando para evitar que se produzcan retrocesos.

El síndrome de la impostora y las barreras autoimpuestas

El Observatorio de la Mujer Profesional en España de EAE Business School revela que el 45,2% de las profesionales entrevistadas nunca ha ascendido, a pesar de que el 68% desea hacerlo. Más de la mitad de las encuestadas señalan la perpetuación de los estereotipos de género como uno de los principales obstáculos para su desarrollo profesional. Además, un 80% considera que otras personas han confiado más en sus competencias que ellas mismas, lo que evidencia la persistencia del síndrome de la impostora, un fenómeno que dificulta aún más el avance de las mujeres en el ámbito laboral.

Disparidades salariales y de gestión en el Tercer Sector

Incluso en el Tercer Sector, un ámbito tradicionalmente feminizado, persisten desigualdades. El estudio La presencia femenina en el Tercer Sector 2025, de Fundación Lealtad, revela que, aunque el 74% de los empleados son mujeres, cuanto mayor es el tamaño de la organización, menor es la probabilidad de que esté presidida por una mujer. Además, las mujeres que alcanzan la presidencia gestionan un 41% menos de presupuesto que las organizaciones lideradas por hombres.

La percepción de la igualdad entre los jóvenes

Un dato preocupante que emerge del I Estudio de Triodos Bank sobre Conductas sostenibles de la población española es que un 30% de los jóvenes entre 18 y 25 años no considera relevantes las medidas para afrontar la equidad de género. Esta percepción contrasta con la de las personas entre 56 y 65 años, que vivieron en una época en la que las mujeres tenían menos derechos y, por lo tanto, valoran más la importancia de la igualdad.

Conclusión: La necesidad de un compromiso continuo

La lucha por la igualdad de género en el ámbito empresarial español está lejos de haber terminado. Si bien los avances en la representación femenina en los consejos de administración son un paso en la dirección correcta, es fundamental seguir trabajando para garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres para acceder a puestos de liderazgo y tomar decisiones importantes. Es necesario combatir los estereotipos de género, promover la confianza en las propias capacidades y crear entornos laborales inclusivos que permitan a las mujeres desarrollar todo su potencial.