Paz Vega y Luis Medina siguen sin saldar su deuda con Hacienda. La actriz acumula una deuda de 1,7 millones de euros, mientras que el aristócrata debe 640.802 euros. Ambos han reducido sus deudas en un 1,5% en el último año, pero siguen estando entre los morosos más destacados de la lista.

Vega, que es nombre artístico de María Paz Campos Trigos, entró en la lista de morosos en 2019. En aquel momento, debía casi 2,5 millones de euros. Un año después, incrementó su deuda hasta los 2,6 millones de euros. En 2021 y 2022, volvió a suceder lo mismo, llegando a acumular más de 3 millones de deuda con el fisco.

Por su parte, Medina, que a veces es presentado como marqués de Villalba, entró en la lista de morosos en 2022. En aquel momento, debía 653.878 euros. Un año después, su deuda ha bajado en casi 2.000 euros.

Tanto Vega como Medina han ido reduciendo sus deudas a ritmos irregulares. Vega desembolsó 1,2 millones de euros en 2023, pero redujo sustancialmente la cantidad al año siguiente. Medina, por su parte, ha 'acelerado' su ritmo de reducción de deuda, pasando de 653.878 euros en 2022 a 640.802 euros en 2023.

El fisco tendrá que esperar al menos un año más para ver rescindida la deuda de Vega y Medina. En el caso de Vega, faltan por abonar 1.743.799,82 euros, mientras que para Medina, la cantidad es de 640.802,34 euros.

El futuro de Luis Medina

El futuro de Medina es más preocupante que el de Vega. La Fiscalía Anticorrupción pide nueve años de prisión para él por presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid en la venta de material sanitario durante la pandemia.

En el proceso, la Fiscalía estima que Medina se embolsó un millón de dólares en concepto de comisión. Para asegurar que esa cantidad se devolvería en caso de condena, el juez ordenó el embargo de sus bienes. Sin embargo, solo pudo hacerlo con un yate matriculado en Gibraltar estimado en 325.000 euros.

De sus cuentas bancarias no pudo obtener más de 247 euros, su saldo total, por lo que le ordenó abonar una fianza de 891.227 euros. Medina pudo responder entregando su parte de la herencia de su abuela paterna, la duquesa de Medinaceli.