Pemex sigue siendo la petrolera más endeudada del mundo
A menos de 40 días de que concluya la actual Administración, el proyecto de rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex) perfilado por López Obrador hace seis años es una tarea inacabada que tendrá que pasar a manos de la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum.
Pese a las millonarias transferencias que este Gobierno inyectó directamente a la petrolera, valuadas en más de un billón de pesos, Pemex sigue siendo la petrolera más endeudada del mundo, con un pasivo financiero de 99.391 millones de dólares y una producción de hidrocarburos líquidos en declive, apenas por encima de los 1,7 millones de barriles diarios.
El próximo director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, asumirá el próximo 1 de octubre las riendas de una paraestatal asfixiada en deudas financieras y con proveedores, pese al paquete de capitalizaciones y condonación en impuestos que este Gobierno ha ordenado a su favor.
Deuda y flujo de efectivo
Durante este sexenio se ha desembolsado poco más de un billón de pesos en transferencias directas, de este monto, un 61%, —equivalente a 624 millones de pesos— se han destinado al pago de la deuda, el resto del dinero se ha destinado a obras de infraestructura como la compra de Deer Park, en Texas, o la construcción de la refinería Dos Bocas, en Tabasco.
Aunque la deuda financiera de la paraestatal ha bajado, al pasar de 105.000 millones de dólares en 2018 a 99.391 millones de dólares este julio, la deuda sigue siendo una camisa de fuerza que acota a la petrolera: antes de que concluya el año debe pagar 4.800 millones de dólares de vencimiento en deuda y en 2025 el compromiso se eleva a 7.100 millones de dólares.
A ello deberán sumarse 19.726 millones de dólares que adeudan a proveedores.
Exenciones de impuestos
El rescate de Pemex que ha hecho este Gobierno abarca también la condonación de impuestos. La Secretaría de Hacienda ha extendido la exención fiscal a julio de este año. A través de una serie de decretos presidenciales, se ha ordenado que la petrolera deje de pagar una serie de gravámenes, aunado a que, durante la presente Administración, Hacienda redujo de 65% a 30% la cuota que Pemex debe pagar por concepto del Derecho de Utilidad Compartida (DUC).
Solo de octubre a enero pasado, esta condonación ascendió a 110.000 millones de pesos, según las cifras oficiales.
La exención de impuestos dará un balón de oxígeno más a la petrolera, que reportó pérdidas por más de 256.000 millones de pesos al segundo trimestre del año. De acuerdo con el informe financiero de la empresa, atribuyó este resultado negativo a una caída en los ingresos, pérdidas cambiarias y a un incremento en el costo de ventas.
Producción en declive
El batacazo financiero es una extensión de su problema operativo. A julio de este año, Pemex extrajo un promedio de 1,7 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos, cifra inferior a los 2,4 millones de barriles diarios que la petrolera producía diariamente hace una década y muy inferior al máximo histórico de 3,4 millones de barriles registrados en 2004.
En el arranque de su mandato, el presidente López Obrador desplegó un ambicioso plan de rescate, precisamente, para devolverle a la petrolera estatal su brillo. En los albores de 2019, el compromiso federal fue elevar la producción a 2,5 millones de barriles, sin embargo, a medida que transcurrió el sexenio y los yacimientos han ido en declive, dicha promesa se ha ido ajustando a la baja, ahora, la meta del próximo director de Pemex es llegar al menos, a una extracción de 1,8 millones de barriles diarios, cantidad mínima para autoabastecer a las refinerías de la petrolera, incluida la recién estrenada Dos Bocas.
Relación con la iniciativa privada
Para dar carpetazo a la reforma priista de Peña Nieto, el presidente López Obrador canceló las asociaciones acordadas en la Administración anterior entre la paraestatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), y privados, pidió a los reguladores del sector no emitir nuevas licencias o permisos y canceló las subastas de campos petroleros que estaban pendientes.
Aunque al finalizar este mandato ha flexibilizado su postura, al avalar los proyectos de Pemex con privados, por ejemplo, con el empresario mexicano Carlos Slim, todavía planea la interrogante sobre la relación que tendrá la siguiente Administración con la iniciativa privada.
La analista experta en energía y petróleo, Miriam Grunstein, apunta sobre el próximo titular de Pemex, Rodríguez Padilla, que es un investigador concienzudo y con amplio conocimiento sobre el sector. “Es un investigador de izquierda, pero no está desinformado y, además, tiene un conocimiento muy profundo de los impactos fiscales en exploración y producción y en mercados de gas”, refiere.
En perspectiva, la experta en el sector admite como válidas las críticas que hizo en el arranque este mandato sobre la reforma energética de Enrique Peña Nieto de 2013, sin embargo, sus soluciones fueron inadecuadas y han dejado en 2024 a Pemex en un estado de vulnerabilidad. “Sí, hubo muchos errores en la reforma energética de Enrique Peña Nieto, pero arrasar con todo, sin proponer algo funcional, nos dejó en el peor de los dos mundos”, concluye Grunstein.
En una evaluación de Fitch Ratings a empresas productoras de petróleo, nacionales e independientes de América Latina, la calificadora apunta que Pemex y la brasileña Petrobras se encuentran en extremos opuestos del espectro de rentabilidad. La rentabilidad de Petrobras supera los 30.000 millones en flujo de efectivo, mientras que Pemex enfrenta los mayores problemas de vencimiento y liquidez, con 17.000 millones en deuda de corto plazo.
“Pemex tiene una deuda sustancial a corto plazo y próximos vencimientos de bonos, lo que plantea riesgos de liquidez a pesar del apoyo del gobierno”, concluyó la firma en su reporte.