Nueva Pescanova reduce y amplía capital tras pérdidas millonarias
El grupo gallego Nueva Pescanova ha registrado unas pérdidas de 131 millones de euros en su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo. Esta cifra supone un empeoramiento respecto a los 53,4 millones de euros perdidos en el ejercicio anterior, y se enmarca en un contexto de caída de los ingresos.
En concreto, la facturación de Nueva Pescanova en el ejercicio 2023-2024 ascendió a 970 millones de euros, lo que representa una disminución del 9,7% en comparación con el año anterior. La empresa atribuye parte de estas pérdidas, unos 42 millones de euros, a una provisión por deterioro para sanear el balance, que no tiene impacto en su liquidez.
Operación acordeón para sanear el balance
Ante esta situación, Nueva Pescanova ha anunciado que llevará a cabo una "operación acordeón", que consiste en una reducción de capital seguida de una ampliación para compensar las pérdidas acumuladas. La reducción de capital ascenderá a 223 millones de euros, mientras que la ampliación será de 72,6 millones, destinados a financiar el crecimiento futuro de la compañía.
Abanca, que posee más del 97% de las acciones de Nueva Pescanova, suscribirá al menos 71 millones de euros en la ampliación de capital, que se desembolsará en efectivo en el último trimestre del año.
Mejoría en los últimos meses
A pesar de las pérdidas registradas en el último ejercicio, Nueva Pescanova destaca que en los cinco primeros meses del actual ejercicio (abril-agosto) ha experimentado una tendencia positiva en la generación de ebitda y facturación. La facturación ha crecido un 2% y el ebitda ha alcanzado los 18,1 millones de euros, casi el doble que en todo el ejercicio anterior.
La compañía atribuye esta mejora a la incorporación de su nuevo consejero delegado, Jorge Escudero, en septiembre del año pasado, y a la implementación de un nuevo plan de negocio, una reorganización comercial y otras medidas de optimización.
Nueva Pescanova también ha anunciado que cambiará su calendario contable a partir de 2025, que comenzará el 1 de enero y finalizará el 31 de diciembre.
La compañía gallega ha atribuido sus pérdidas a factores como la inflación, el aumento de los costes energéticos y la guerra en Ucrania, que han afectado negativamente a la demanda y a los márgenes.