El auge de las políticas industriales: ¿ Una bendición o una maldición para la economía global?

Las políticas industriales, implementadas por gobiernos de todo el mundo, están en aumento. Estas políticas, que tienen como objetivo estimular sectores específicos de la economía, han generado un debate acalorado sobre su efectividad y consecuencias.

Un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) arroja luz sobre este tema. El informe revela que el 71% de las medidas de política industrial introducidas en 2023 distorsionan la competencia leal, planteando preocupaciones sobre el impacto en el libre comercio.

Distorsiones del comercio

Las intervenciones de política industrial a menudo toman la forma de subsidios, especialmente en países avanzados, y restricciones a la importación y exportación en países emergentes. Estas medidas desencadenan represalias por parte de otros países, lo que lleva a una escalada de tensiones internacionales.

Además, la probabilidad de que un subsidio otorgado por una gran potencia a un producto sea respondido con otro subsidio similar en otro país en menos de un año es del 74%, según el FMI. Esto crea un ciclo de represalias y contra-represalias que puede dañar el comercio internacional, reducir la eficiencia económica y aumentar la incertidumbre para las empresas.

Carrera de subvenciones y aranceles

En un entorno de crecientes tensiones geopolíticas, Estados Unidos y China están compitiendo por la hegemonía comercial y tecnológica, implementando nuevas regulaciones y programas de financiación para impulsar la producción nacional estratégica.

La Unión Europea, que históricamente tenía una política industrial limitada debido a la prohibición de las ayudas estatales, ha permitido a los estados individuales otorgar ayudas públicas, lo que plantea riesgos para el mercado único.

Los expertos creen que esta dinámica podría conducir a una guerra de subvenciones o aranceles, redirigiendo los envíos de mercancías y reestructurando las cadenas de suministro globales.

Eficacia de las políticas industriales

Para que una política industrial sea efectiva, se requiere dinero, escala e innovación. Si bien China ha invertido mucho en semiconductores, aún no ha logrado fabricar chips de cuatro nanómetros, lo que demuestra que la inversión por sí sola no es suficiente.

Las empresas estadounidenses sobresalen en innovación y escala, mientras que las europeas se quedan atrás. Esto ha llevado al investigador principal del Real Instituto Elcano, Enrique Feás, a afirmar que "Europa no tiene nada que decir en política industrial".

Conclusión

El futuro de las políticas industriales es incierto. Si bien pueden tener el potencial de estimular sectores específicos, también plantean riesgos para el libre comercio y la estabilidad económica global. Se necesita una cuidadosa consideración y cooperación internacional para aprovechar los beneficios de las políticas industriales mientras se mitigan sus riesgos.

Las crecientes tensiones geopolíticas y la competencia por la hegemonía económica están dando forma a las relaciones económicas internacionales. El papel del Estado está aumentando en la economía y las políticas industriales están adquiriendo un fuerte componente estratégico. La carrera por las subvenciones y los aranceles podría conducir a una reestructuración significativa de las cadenas de suministro globales, con consecuencias desconocidas para el comercio y la economía global.