El lujo hotelero en Madrid: habitaciones a 900 euros por noche, plantillas bajo mínimos

La industria hotelera de lujo en Madrid está viviendo un momento único. Desde el fin de la pandemia, han llegado a la capital grandes marcas internacionales como Four Seasons y JW Marriott, y se han llevado a cabo reformas faraónicas en hoteles como el Ritz y el Rosewood Villa Magna. Además, hay numerosos proyectos en marcha, como Nobu, Evok, Nomade y Metropolis, y está prevista la macroreforma del hotel Palace para 2026.

Todo esto, unido al crecimiento sin precedentes del turismo nacional e internacional en España, ha llevado a un aumento de las tarifas hoteleras. El Four Seasons, por ejemplo, tuvo un precio medio de casi 1.000 euros por noche y habitación en 2022 y 2023.

Sin embargo, detrás de esta fachada de lujo se esconde una precariedad laboral que refleja la contradicción entre la elevada demanda turística y una política de recursos humanos cicatera. Los trabajadores denuncian jornadas maratonianas, horas extra no pagadas y una contratación masiva de personal no cualificado a través de empresas de trabajo temporal (ETT).

Protestas en el Rosewood Villa Magna

Estas condiciones laborales han llevado a protestas de los trabajadores del hotel Rosewood Villa Magna, movilizados por el sindicato USO Madrid. La plantilla del hotel ha aumentado un 40% desde antes de la pandemia, pero los trabajadores consideran que este número es engañoso porque incluye a empleados de un restaurante externo y de outlets que antes no funcionaban.

Los trabajadores del Rosewood Villa Magna se quejan de que cobran como si trabajaran en un hotel de cuatro estrellas, mientras que en realidad trabajan en un cinco estrellas de gran lujo. También denuncian una falta de personal estructural que se cubre con personal no cualificado de ETT y una gran presión para ofrecer un servicio de máxima calidad a clientes que pueden pagar hasta 900 euros por la habitación más barata.

Desde Sancus Capital Partners, propietario del Rosewood Villa Magna, aseguran que sus empleados son su principal activo y que están atentos a cualquier queja o reivindicación. Sin embargo, la Federación de Servicios de CC OO Madrid denuncia que la política de recursos humanos del hotel adolece de una falta de apuesta por la calidad del personal, con una falta de formación continua y bajos incentivos para la experiencia y la antigüedad.

Precariedad laboral generalizada

La precariedad laboral del Rosewood Villa Magna no es un caso aislado. Otros hoteles de lujo de Madrid, como el Palace y el Wellington, también enfrentan problemas similares. El Palace fue el único hotel que realizó un despido colectivo durante la pandemia, con la salida de 124 trabajadores. El Wellington, por su parte, ha firmado un aumento salarial del 4%, 3% y 3% para los próximos tres años, pero esta subida no compensa la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde 2008 ni la falta de personal fijo.

Bruno Hallé, socio y codirector de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield Hospitality en España, señala que las cuantiosas inversiones en los hoteles han revalorizado los activos y las tarifas, pero que esto no se ha traducido en una mejora del servicio. «Cuando un cliente paga 500 euros por una habitación, espera un servicio de máxima calidad», afirma Hallé. «La parte de recursos humanos en la hotelería española está bastante débil en cuanto a cantidad y calidad, y eso puede afectar al cliente a la hora de pagar tarifas tan elevadas».