¿Cómo elegir el mejor pescado en esta Cuaresma? Profeco te guía
La Cuaresma, ese período que precede a la Semana Santa, se caracteriza por una tradición arraigada: el consumo de pescados y mariscos en lugar de carnes rojas. Pero, ¿estamos realmente informados sobre cómo elegir la mejor opción? La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) está interviniendo para iluminar el camino de los consumidores con su completa Guía de pescados y mariscos.
Según Grupo Milenio (s.f.), esta guía no solo detalla las características esenciales de estos alimentos, sino que también ofrece consejos prácticos para su conservación y los aspectos clave que debemos considerar al realizar nuestra compra.

Clasificación y características de los pescados
La Profeco clasifica los pescados en dos grandes grupos, basándose en su contenido de grasa: azules y blancos. Esta diferenciación es crucial para entender sus propiedades y beneficios nutricionales.

Pescado azul:
Con un contenido graso que oscila entre el 5% y el 15%, el pescado azul es una fuente rica en ácidos grasos insaturados, incluyendo los esenciales Omega 3 y Omega 6. Ejemplos notables son el atún, la sardina, la caballa y el salmón. Sin embargo, debido a su mayor contenido de grasa, su tiempo de conservación en refrigeración es más limitado, generalmente de tres a seis días.
Pescado blanco:
Este tipo de pescado contiene menos del 2% de grasa, lo que se traduce en aproximadamente 80 calorías por cada 100 gramos. Aunque también aporta grasas insaturadas, su concentración es menor que la del pescado azul. Ejemplos comunes incluyen el bacalao, el lenguado, la merluza, el dorado, la mojarra, el pargo y la lubina. Su ventaja radica en su mayor tiempo de conservación, pudiendo mantenerse en óptimas condiciones hasta una semana y media en refrigeración.
Características específicas de algunos pescados según Profeco
La guía de Profeco (Grupo Milenio, s.f.) también destaca las características particulares de varios pescados, clasificados según su contenido de grasa:
- Sierra: Carne rosada y un poco grasosa, con un 15.3% de grasa.
- Sardina: La sardina del Pacífico mexicano, rica en Omega 3 y Omega 6, contiene un 12.2% de grasa.
- Atún: Con un dorso gris azulado y vientre plateado, posee un 12% de grasa.
- Salmón: De carne rosada y disponible todo el año, también contiene un 12% de grasa.
- Trucha: De cuerpo plateado con motas de colores, contiene un 10.7% de grasa.
- Pámpano: Su color varía, pero contiene un 7.8% de grasa.
- Charales frescos: Pequeños peces con una banda plateada, contienen un 5.9% de grasa.
- Mojarra: Puede pesar entre 150 y 450 gramos, con un 2.7% de grasa.
- Chopa: Similar al sargo, contiene un 1.59% de grasa.
- Angelito: De carne blanca, sabor suave y textura firme, contiene un 0.44% de grasa.
- Boquilla: De cuerpo ovalado y color grisáceo plateado, contiene un 0.20% de grasa.
¿Cómo identificar la frescura del pescado?
La Profeco proporciona una serie de consejos cruciales para identificar la frescura del pescado al momento de la compra:
- Agallas: Deben ser húmedas y de color rojo brillante. Evita aquellas que presenten un color gris o verde, o que estén secas.
- Ojos: Busca ojos saltones, limpios, transparentes y brillantes. Rechaza los hundidos y opacos.
- Textura de la carne: La carne debe ser firme, recuperando su forma al presionarla. Evita la carne flácida que se hunde o se deshace al tacto.
- Olor: El olor debe ser agradable, a pescado fresco o a mar. Rechaza cualquier olor agrio o a amoniaco.
- Escamas: Deben estar bien adheridas y tener un aspecto brillante.
Beneficios de incluir pescado en tu dieta
Según Yareli Rafael (s.f.) de Grupo Milenio, la guía de Profeco destaca diez razones convincentes para consumir pescado, incluyendo su alto contenido de proteínas, la variedad de vitaminas y minerales que aporta, la facilidad de digestión de sus grasas y su valioso aporte de fósforo y vitamina D. Los pescados azules, en particular, son ricos en grasas poliinsaturadas como el omega-3, ácido oleico y ácido linoleico, que contribuyen a proteger el corazón y el sistema circulatorio al reducir los niveles de colesterol malo.
Los ácidos grasos Omega 3, presentes en pescados como el atún, el jurel, la sardina y el salmón, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y la retina, especialmente durante las primeras etapas de la vida.
Tanto los pescados blancos como los azules son una excelente fuente de minerales y vitaminas. El pescado azul destaca por su contenido de hierro, yodo, fósforo, magnesio y calcio, así como vitaminas A, D y B12. Por su parte, el pescado blanco aporta hierro, yodo, sodio, potasio y magnesio, además de vitaminas del complejo B.
En resumen, la guía de Profeco se presenta como una herramienta invaluable para tomar decisiones informadas y disfrutar de los beneficios del pescado durante la Cuaresma y más allá.
Referencias
- Grupo Milenio. (s.f.). ¿Cuál es el mejor pescado para comer en Cuaresma? Así puedes diferenciarlos. Milenio. https://www.milenio.com/negocios/cuaresma-guia-de-pescados-profeco