Puig se lanza a conquistar el parqué
La compañía catalana busca más de 2.500 millones de euros en su salida a Bolsa
La empresa catalana Puig ha dado este lunes el pistoletazo de salida a su inminente estreno en el parqué. La compañía ha registrado el documento que detalla las líneas maestras de su operación, en la que espera lograr más de 2.500 millones de euros del mercado, lo que valoraría al grupo catalán en más de 10.000 millones de euros.
La salida a Bolsa de Puig se articulará mediante una combinación de ampliación de capital, por importe de 1.250 millones de euros, y la colocación en el mercado de parte de las acciones de su accionista, la sociedad Exea, patrimonial de la familia Puig, por un importe superior a los 1.250 millones de euros. La familia Puig, no obstante, mantendrá la mayoría del capital y de los derechos de voto de la compañía.
Para blindar el poder de la familia catalana en el capital, Puig dividirá sus acciones en dos tipos: A y B. Las acciones A, que en principio ostentarán los Puig, tendrán cinco derechos de voto, mientras que las acciones B, que se venderán en la salida a Bolsa, tendrán solo uno.
Además de la ampliación de capital y la colocación de acciones, Puig utilizará la ocasión para adquirir las participaciones minoritarias que no controla en Byredo y Charlotte Tilbury, a cuyos socios minoritarios les otorgará acciones B de la matriz.
Tanto la compañía como la familia Puig y los nuevos accionistas minoritarios se han comprometido a no vender sus acciones en los 180 días posteriores a la salida a Bolsa. Este periodo se amplía a 365 días para los directivos de la sociedad y algunos empleados, pero solo vinculado a determinadas acciones B.
Goldman Sachs ha trabajado como asesor financiero exclusivo de Puig en el diseño de la operación y será, junto a JP Morgan, coordinador global de la transacción. En un segundo escalón trabajan Santander, Bank of America, CaixaBank y BNP Paribas.
La salida a Bolsa de Puig es una de las más esperadas del año en España. La compañía catalana es uno de los principales grupos de moda y belleza del mundo, con marcas como Carolina Herrera, Nina Ricci y Paco Rabanne en su cartera. La operación permitirá a Puig reforzar su posición financiera y acelerar su crecimiento futuro.