¿Está Trump navegando hacia la revitalización del sector naval de EE.UU.?

El contexto geopolítico y económico

La posible orden ejecutiva y sus ambiciones

Desafíos y oportunidades en el horizonte

Sin embargo, el camino hacia la revitalización no está exento de obstáculos. Estados Unidos recientemente firmó un acuerdo con empresas canadienses y finlandesas para construir embarcaciones rompehielos, pero las tensiones comerciales con Canadá podrían complicar la situación. Además, la estrategia marítima deberá equilibrar las demandas del Departamento de Defensa, que busca un despliegue rápido de embarcaciones, con las necesidades de los sindicatos, que priorizan la creación de empleos en territorio estadounidense.

Paralelismos con la Ley de Chips

El juego de los subsidios y el financiamiento público-privado

Kerin también subraya que la construcción naval es un «juego de subsidios competitivos», donde los principales países constructores navales brindan un apoyo considerable a sus industrias. En este sentido, propone que Estados Unidos considere formas más sólidas de apoyo a la inversión y explore estructuras creativas de financiamiento público-privado para los astilleros y los buques. Además, aboga por un enfoque más «materialista» en la política exterior, priorizando el respeto a la soberanía de otras naciones y fomentando un compromiso más constructivo en la reindustrialización.

La imprevisibilidad de Trump añade un factor de incertidumbre a este escenario. La política industrial es delicada, y el éxito de la reactivación del sector naval dependerá de la capacidad de Estados Unidos para equilibrar sus objetivos militares y económicos, así como de su habilidad para construir alianzas sólidas y duraderas en un contexto geopolítico cambiante.