Las aerolíneas se enfrentan a una sanción récord de 150 millones por cobrar por el equipaje de mano

El Ministerio de Consumo ha impuesto una sanción histórica de 150 millones de euros a Ryanair, Easyjet, Vueling y Volotea por prácticas abusivas en su política comercial, entre ellas el cobro por el equipaje de mano. Esta multa, la más alta jamás impuesta por Consumo, enfrenta ahora a las aerolíneas con las asociaciones de consumidores, como OCU y Facua, que llevan años denunciando estas prácticas.

El origen del conflicto: el cobro por el equipaje de mano

El detonante de esta batalla legal fue la decisión de Ryanair, en 2018, de empezar a cobrar ocho euros por el equipaje de mano. Esta medida fue seguida por otras aerolíneas de bajo coste, lo que provocó una oleada de protestas por parte de los pasajeros.

¿Qué dice la ley?

La Ley de Navegación Aérea obliga a las aerolíneas a transportar de forma gratuita en cabina, como equipaje de mano, los objetos y bultos que el viajero lleve consigo. Sin embargo, se hacen excepciones relacionadas con la seguridad, el peso y el tamaño del equipaje, así como las características del avión.

Por su parte, las aerolíneas se amparan en el Reglamento 1008/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, que establece la libertad tarifaria.

Las posturas de las partes

Las asociaciones de consumidores consideran que el equipaje de mano es un elemento indispensable del transporte de los pasajeros y que, por tanto, no puede ser objeto de un suplemento en el precio del billete. Reconocen que las aerolíneas pueden determinar el tamaño de la maleta que puede volar junto al pasajero, pero no pueden cobrar un extra por ello.

Por su parte, las aerolíneas defienden que su política comercial se ajusta a la normativa comunitaria y que el cobro por el equipaje de mano es una forma de compensar los bajos precios de los billetes.

El futuro de la batalla

La sanción impuesta por Consumo no es firme y las aerolíneas afectadas ya han anunciado que recurrirán la decisión. Es previsible que la justicia ordinaria tenga que resolver este conflicto, que puede sentar un precedente para otras autoridades europeas.

Mientras tanto, las asociaciones de consumidores animan a los usuarios afectados a reclamar su dinero y esperan que esta sanción sirva de ejemplo para otras aerolíneas que aplican prácticas similares.