El número de mujeres trabajadoras en España ha alcanzado un nuevo hito: por primera vez, la afiliación media a la Seguridad Social ha superado los 10 millones de mujeres. Este logro histórico acerca cada vez más a las españolas a representar la mitad de la población activa. Para apreciar el significado de esta cifra, es preciso mirar atrás: en 2007, antes de la devastadora Gran Recesión, había 11,27 millones de trabajadores masculinos, una cifra ligeramente superior a la actual (11,22 millones); mientras que en el mismo periodo, la ocupación femenina ha crecido de 8,03 millones a 10,11 millones. Es decir, la mejora de 19,3 millones de puestos de trabajo desde entonces hasta los 21,23 millones actuales se atribuye a las mujeres.

Se gana menos, más precariedad y desempleo

Sin embargo, a pesar de este avance, las trabajadoras españolas siguen enfrentándose a importantes retos: cobran menos, sufren mayor temporalidad, tienen más jornadas parciales y padecen más desempleo que los hombres. En mayo de 2023, las mujeres representaban el 47,4% de la población activa, según datos de la Seguridad Social. Es la cifra más alta registrada, aunque su avance es lento y constante. En mayo de 2022, este porcentaje era del 47,2%. "La brecha se está reduciendo a un ritmo más lento de lo que nos gustaría, pero de manera continuada", afirmaba el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez.

Factores que impulsan el empleo femenino

Para alcanzar esta posición, el número de trabajadoras ha ido creciendo gradualmente más rápido que el de trabajadores masculinos. En los últimos cuatro años, el ritmo de creación de empleo ha sido superior entre las mujeres (3,9% de media) que entre los hombres (3,2%). Además, la ocupación masculina (-4,8%) disminuyó más que la femenina (-4,3%) durante el peor año de la pandemia, 2020. Este fenómeno se repitió durante la Gran Recesión: cada año de 2008 a 2013, la ocupación se contrajo más entre los hombres que entre las mujeres. La mayor diferencia se produjo en 2009, cuando el empleo masculino cayó un 9,2% y el femenino, un 3,4%.

Brecha salarial y condiciones laborales

Más allá de la brecha salarial, que persiste a pesar de los avances, las mujeres soportan una mayor carga de trabajo parcial (21,1%) en comparación con los hombres (6,6%). Esto se debe en gran medida a que siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades de cuidado: el 17% de las empleadas a tiempo parcial se encuentran en esta situación para cuidar de niños o adultos enfermos, frente al 4% de los hombres en las mismas circunstancias. Esta situación repercute en sus salarios, ya que los complementos salariales suelen recompensar las horas extra, algo que no pueden asumir quienes tienen responsabilidades de cuidado. Además, las mujeres sufren más temporalidad (19,4%, frente al 14,9% de los hombres) y más desempleo (13,7%, frente al 11% de los hombres).

Europa y el mundo

En comparación con Europa, España se sitúa en la media en cuanto al peso de las mujeres en el mercado laboral, con un 46,5%, según datos de Eurostat del tercer trimestre de 2023. El país de la UE con mayor proporción de mujeres trabajadoras es Letonia, con un 50,5%. Lituania y Portugal también se acercan al 50%, con un 49,8% y un 49,8% respectivamente. En el otro extremo, Italia presenta la mayor diferencia entre trabajadores y trabajadoras, con solo un 42,4% de mujeres en la plantilla nacional.

Voces de expertas

Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CC OO, destaca que las menores tasas de ocupación de las mujeres permiten que sostengan el crecimiento del empleo. "Con más margen de mejora, con más mujeres desempleadas, es más fácil que sean ellas las que asuman los nuevos puestos de trabajo. Además, hay una mayor conciencia de que necesitamos independencia económica para ser libres".

Por su parte, Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, señala que las mejoras del salario mínimo y la mayor estabilidad derivada de la reforma laboral hacen que algunos de los puestos peor remunerados, ocupados principalmente por mujeres, sean más atractivos. "Son esos factores, pero hay más, como la necesidad de recursos de muchas familias por la inflación de los últimos años. Muchas mujeres que estaban inactivas están trabajando para llegar a fin de mes", indica.