La reforma judicial en México está causando tensiones entre nuestro país y Estados Unidos. El presidente López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, defienden la reforma, mientras que el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, advierte que podría poner en riesgo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).

La postura de México

Claudia Sheinbaum afirma que México no tiene por qué dialogar con Estados Unidos sobre la reforma judicial. Considera que este es un asunto interno que compete a los mexicanos, y que no afecta la relación bilateral.

El presidente López Obrador también descarta una ruptura en la relación con Estados Unidos por este tema. Asegura que la integración económica entre ambos países es tan importante que no hay motivos para llegar a ese punto.

La postura de Estados Unidos

El embajador Ken Salazar ha expresado su preocupación por la reforma judicial, afirmando que «amenaza» la relación comercial y pone en riesgo las inversiones estadounidenses en México.

Salazar insta a México a revisar bien la propuesta de reforma y considera que podría debilitar el Estado de derecho en el país.

El futuro de la relación

Está por verse cómo afectará la reforma judicial a la relación entre México y Estados Unidos. López Obrador insiste en que no habrá ruptura, mientras que Salazar advierte de posibles consecuencias.

La reforma judicial es un tema complejo que implica consideraciones tanto internas como externas. México debe equilibrar su soberanía con la importancia de su relación con Estados Unidos.