Reino Unido ante la encrucijada económica: ¿Qué camino tomar?
La economía del Reino Unido se encuentra en una fase de estancamiento que plantea serios desafíos a la administración actual. Rachel Reeves, la jefa de Hacienda, se enfrenta a una situación compleja, intentando equilibrar la responsabilidad fiscal con la necesidad de impulsar el crecimiento económico. La política fiscal del país, según análisis recientes, ha tenido un desempeño deficiente en los últimos 15 años, lo que obliga al gobierno a reconsiderar las estrategias en materia de impuestos, gasto público y regulaciones.
El peso de las promesas y las restricciones fiscales
Reeves se encuentra limitada por promesas electorales previas, especialmente la de no aumentar los impuestos sobre la renta ni el valor agregado. Estas promesas, hechas antes de las últimas elecciones, ahora parecen ser un obstáculo ante la creciente presión de los mercados financieros, que exigen recortes en el gasto público. Además, la necesidad de aumentar el gasto en defensa añade una capa adicional de complejidad a la situación.
Análisis retrospectivo y perspectivas futuras
Curtice plantea que desde 2010, la política fiscal discrecional ha tendido hacia el endurecimiento, lo cual, según algunos analistas, es lo opuesto a lo que se debió haber hecho. La 'recuperación' económica ha sido lamentable, como lo demuestra el trabajo de la Resolution Foundation sobre el nivel de vida (Resolution Foundation, citado en Milenio, s.f.).
Una posible respuesta sería manipular las reglas fiscales, prometiendo recortes inverosímiles en el gasto futuro para cumplir con los objetivos. Sin embargo, esta estrategia sería contraproducente, ya que socavaría la credibilidad de las metas de déficit a cinco años.
Un nuevo enfoque: Reevaluar y adaptarse
Una alternativa más audaz sería que el primer ministro y Reeves reconocieran la necesidad de un nuevo enfoque. En un mundo donde el país debe contribuir a la defensa de su continente y al mismo tiempo apoyar el crecimiento económico y la cohesión social, las promesas pasadas no pueden ser vinculantes.
Esto podría implicar:
- Aumento del endeudamiento a corto plazo para financiar la defensa.
- Incremento de los impuestos generales sobre la renta, las ventas y la propiedad.
- Recortes en el gasto ineficiente.
- Impulso a la desregulación y la inversión para fomentar el crecimiento.
- Mayor integración en iniciativas europeas en defensa y nuevas tecnologías.
Reformas específicas y oportunidades
El gobierno podría considerar varias reformas:
- Reconsiderar el gasto en programas destinados a mantener a los jóvenes inactivos.
- Abandonar el triple bloqueo de las pensiones.
- Establecer impuestos sobre la riqueza inmobiliaria, considerando las ganancias obtenidas en este sector.
Un llamado al liderazgo y la audacia
Los tiempos difíciles que se avecinan representan una oportunidad para el gobierno. Un liderazgo audaz implicaría reevaluar las restricciones en impuestos, gasto y regulación, y crear nuevas restricciones que sean relevantes para el contexto actual. Esta acción no solo beneficiaría al Reino Unido, sino también a Europa, en un momento en que los tiempos están cambiando rápidamente.
Curtice, R. (s.f.). Blog de la Resolution Foundation. Citado en Milenio.
Grupo Milenio. (s.f.). Sitio web de Grupo Milenio.
Resolution Foundation. (s.f.). Investigación sobre el nivel de vida. Citado en Milenio.
Wolf, M. (2024). Análisis sobre las reservas bancarias del Banco de Inglaterra. Citado en Milenio.