Cómo salir de deudas sin afectar tu calidad de vida

Enfrentar las deudas es uno de los mayores desafíos financieros que enfrentan las familias mexicanas, especialmente cuando se busca mantener una calidad de vida estable. Sin embargo, con una estrategia adecuada, es posible reducir las deudas de forma efectiva sin sacrificar el bienestar personal.

Priorizar las deudas de mayor costo

Un primer paso recomendado es priorizar las deudas de mayor costo, es decir, aquellas que implican un alto interés, como las tarjetas de crédito. Mariana Mejía, asesora financiera y autora del libro “Libérate de las Deudas”, recomienda “concentrar los recursos en las deudas más costosas, ya que los intereses pueden superar fácilmente el 40% anual, generando una espiral de pagos que parece interminable”.

Además, sugiere hacer pagos a capital siempre que sea posible, ya que estos disminuyen el monto base sobre el cual se calculan los intereses futuros.

Ajustar el presupuesto

Para quienes buscan reducir sus deudas sin sacrificar su calidad de vida, Juan Manuel González, economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sugiere ajustar el presupuesto para priorizar necesidades y reducir gastos superfluos.

Esto implica revisar con frecuencia los gastos diarios, “especialmente en categorías como entretenimiento y alimentos fuera de casa, donde hay una gran posibilidad de ahorro”.

Consolidar deudas

González también recomienda evaluar la posibilidad de consolidar deudas, una estrategia que permite agrupar varias obligaciones en un solo préstamo con una tasa de interés menor.

Crear un fondo de emergencia

Finalmente, es importante considerar que el ahorro de emergencia es una herramienta fundamental. Según un informe de BBVA Research México, aquellos que cuentan con un fondo de emergencia enfrentan menores dificultades para cubrir deudas, ya que evitan tener que recurrir a financiamientos adicionales en casos de emergencia. Este fondo debería equivaler a al menos tres meses de gastos esenciales.

Salir de deudas sin afectar la calidad de vida es posible, pero requiere disciplina y compromiso. Con una correcta planificación, priorización de pagos y un control estricto del presupuesto, las familias pueden lograrlo sin grandes sacrificios.

Fuentes