S&P Global Ratings Ajusta la Perspectiva de Calificación Crediticia de Colombia
En un movimiento significativo para la economía colombiana, la agencia calificadora de riesgos S&P Global Ratings mantiene la calificación crediticia del país en BB+, aunque modifica su perspectiva de estable a negativa, según fuentes recientes. Este cambio refleja una proyección de crecimiento económico por debajo de las expectativas anteriores, situándose alrededor del 3% a mediano plazo.
¿Cuál es el Impacto de esta Revisión?
La perspectiva negativa implica que hay un mayor riesgo de que en los próximos dos años se pueda proceder a una rebaja de esta calificación. Se señala que factores como déficits de cuenta corriente más grandes de lo previsto, un perfil externo debilitante o deslizamientos fiscales inesperados podrían conducir a unas finanzas públicas más frágiles.
Factores Positivos en la Economía Colombiana
- La estabilidad en las instituciones y la democracia.
- El pragmatismo en la política económica del Gobierno.
- La ejecución de la reforma tributaria en el año 2022.
- El incremento en los precios de la gasolina y las tarifas de peajes planeado para 2024.
Estas medidas son consideradas como pasos positivos que reflejan la responsabilidad y el esfuerzo del gobierno por disminuir los costos fiscales. Además, el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, destacó el repunte del Indicador de Seguimiento a la Economía en noviembre de 2023 con un 2.3%, lo que contribuye a una proyección de crecimiento para 2024 más optimista.
Planes de Reactivación y Mejora del Perfil Crediticio
Se menciona también que con los planes de reactivación económica que desarrolla el gobierno se espera mejorar el perfil crediticio y continuar con una política económica óptima. Las reformas en los sectores de las pensiones, la sanidad y posiblemente el laboral, son partes clave de la estrategia para fortalecer la economía y ampliar la cobertura social.
Implicaciones para el Sector Privado y Proyecciones Futuras
La inversión del sector privado podría verse afectada por la persistencia de una débil confianza de los inversores, lo que representa un desafío para alcanzar un crecimiento del PIB que se ajuste a la tasa tendencial esperada de poco más del 3%. Sin embargo, la administración actual se muestra confiada en que sus esfuerzos resultarán en un mayor crecimiento y estabilidad.