¿Está perdiendo Estados Unidos su brillo como destino de inversión?
El cambio de rumbo en Wall Street
Desaceleración económica y riesgos de recesión
El primer trimestre del mandato de Trump no ha sido favorable para la economía estadounidense. La desaceleración del crecimiento, el pinchazo de las grandes tecnológicas en bolsa y la caída del dólar son señales de que algo está cambiando. Aunque una ligera depreciación del dólar podría favorecer la reindustrialización, la realidad es que su descenso se debe a la percepción de un deterioro económico y a la fuga de inversiones. La encuesta de marzo de Bank of America revela que los gestores están retirando su capital de la bolsa estadounidense a un ritmo histórico, y la Reserva Federal de Atlanta advierte sobre una posible contracción severa de la economía.
El futuro del dólar y el debate sobre el excepcionalismo americano
La visión del dólar como divisa infalible y la capacidad de Wall Street para mantener un rally de 15 años están siendo cuestionadas. Benjamin Dubois, de Edmond de Rothschild AM, cree que la desdolarización de la economía global ya está en marcha, acelerada por las sanciones contra Rusia y las políticas de Trump. Según Dubois, la caída del dólar podría ser el inicio de una tendencia más profunda, y un segundo mandato de Trump podría llevar a la pérdida del estatus dominante del dólar.
Lizzy Galbraith, economista política de Aberdeen Investments, coincide en que las políticas de Trump han generado incertidumbre y socavado la idea del excepcionalismo estadounidense. Aunque Galbraith considera que los fundamentos de la economía son sólidos, advierte sobre vientos en contra para el crecimiento y la inflación.
Los pilares del excepcionalismo en jaque
Bank of America recuerda que la economía y la bolsa estadounidenses se han construido sobre tres pilares: la energía, la tecnología y la deuda. Sin embargo, estos pilares están siendo puestos a prueba. Estados Unidos ha impulsado la producción de petróleo y gas, pero la administración Trump no está dispuesta a sostener más gasto público, con una deuda que ronda los 30 billones de dólares y un déficit que supera el 6%. Además, los gigantes tecnológicos han perdido valor en bolsa tras la irrupción de DeepSeek.
A pesar de estos desafíos, algunas voces defienden la solidez de la economía estadounidense. Yves Bonzon, de Julius Baer, considera que los inversores seguirán prefiriendo los mercados de renta variable donde su capital reciba el mejor trato, y que Estados Unidos sigue siendo ese lugar. Charlotte Daughtrey, de Federated Hermes, afirma que Estados Unidos alberga empresas innovadoras y líderes del mercado, y que su entrada en territorio de corrección no ha cambiado esta situación.
Las grandes gestoras mantienen la confianza
BlackRock, la mayor gestora del mundo, sobrepondera la bolsa estadounidense y se muestra neutral con la europea. Jean Boivin, de BlackRock Investment Institute, duda de la continuidad del rally bursátil europeo y asegura que la bolsa estadounidense «puede vivir en un mundo con algunas tarifas». Goldman Sachs también prevé un alza de beneficios del S&P este año y recomienda aprovechar las caídas para comprar bolsa estadounidense.
En Citi reconocen que la ralentización del crecimiento en Estados Unidos y el aumento del gasto en defensa en Europa están poniendo en riesgo el excepcionalismo estadounidense. Sin embargo, la entidad confía en que la solidez de la economía estadounidense no se ponga en cuestión y mantiene una posición neutral en la bolsa.
Conclusión
Si bien existen dudas sobre la capacidad de Estados Unidos para mantener su estatus como destino de inversión privilegiado, las grandes gestoras siguen confiando en la solidez de su economía y su mercado de capitales. El debate sobre el fin del excepcionalismo americano está abierto, y el futuro dirá si las políticas de Trump lograrán consolidar una nueva era de crecimiento o si, por el contrario, acelerarán su declive.