El portavoz económico de Sumar en el Congreso, Carlos Martín, ha pedido este martes que el Estado tome una participación de control en Repsol después de que la empresa haya elegido a Portugal para invertir 15 millones de euros ante la inestabilidad regulatoria y fiscal de España. Una decisión que Carlos Martín ha tachado de “chantaje fiscal” contra España.
Sumar defiende la intervención pública en Repsol
La propuesta de Martín se produce tras el artículo de opinión publicado por el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en el que critica duramente el impuesto extraordinario a las energéticas y señala que su mantenimiento es “el peaje a pagar para que Sumar siga sosteniendo un Gobierno”.
En su tribuna, Imaz asegura que el gravamen “comprometerá el futuro de la industria en España” y que provocará que “miles de millones de euros se desvíen a otros países”.
En respuesta, Martín ha afirmado que “Repsol se cimenta, por tanto, sobre un esfuerzo colectivo de país” y ha criticado que en la década de los años 80 “se decidió dilapidar el patrimonio empresarial público malvendiéndolo”, lo que a su juicio “ha conducido a una economía menos autónoma y dependiente de la codicia de un puñado de ejecutivos y accionistas”.
El portavoz del grupo plurinacional propone varias vías para hacer frente a lo que denomina “chantaje”. La primera de ellas es incrementar impuestos a aquellas energéticas que no realicen inversiones estratégicas suficientes para la transición verde en España y empleando estos recursos para llevarlas a cabo.
El PNV, en contra del impuesto
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se ha mostrado contrario al impuesto a las energéticas y ha pedido “tener cuidado” con esta medida porque, en su opinión, “no es bueno matar a la gallina de los huevos de oro”.
Ortuzar ha advertido de que el gravamen podría hacer “un flaco favor a la continuidad de los sectores industriales” en Euskadi, porque algunas empresas ya han dicho que van a resentir sus planes de inversiones.
El líder jeltzale ha recordado que Euskadi tiene “una realidad muy industrial” y sabe que “si se quita dinero de un sitio, se resienten otras partidas”, y ha avisado de que algunas empresas ya advierten de que sus planes de inversiones “se van a resentir”.