El Supremo mantiene la anulación de la ordenanza de terrazas de Madrid: ¿Qué está pasando?
El Tribunal Supremo (TS) está asestando un golpe al Ayuntamiento de Madrid al rechazar su recurso contra la anulación de la modificación de la ordenanza de terrazas. Esta decisión, que confirma el fallo anterior del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), está generando incertidumbre entre hosteleros y vecinos, mientras el consistorio se prepara para un nuevo marco regulatorio. La sala de lo contencioso-administrativo del TS considera que no existe un interés casacional que justifique su intervención, obligando al Ayuntamiento a pagar, además, 2.000 euros en costas procesales.
Antecedentes del conflicto
Según «Agencias» (2025), el origen de este litigio se sitúa en el recurso presentado por los concejales del PSOE, Mar Espinar y Álvaro Vidal, quienes denunciaron serias deficiencias en la tramitación de la ordenanza. El TSJM les dio la razón en abril de 2024, anulando la normativa por la ausencia de un informe de impacto presupuestario y una evaluación ambiental, así como por la omisión del trámite de audiencia a los afectados. A pesar de esta derrota judicial, el Gobierno municipal optó por recurrir en casación, una estrategia que finalmente no ha prosperado.
Consecuencias inmediatas
La decisión del Supremo implica que, de manera inmediata, está entrando en vigor la ordenanza de 2013. Antonio Giraldo, concejal y responsable de Urbanismo del PSOE, está explicando que esto genera una «inseguridad jurídica» para aquellos establecimientos que obtuvieron su autorización bajo la ordenanza de 2022. El Ayuntamiento de Madrid ahora está obligado a revisar todas las licencias para verificar su cumplimiento con los parámetros de la normativa anterior.
Reacciones políticas
Desde el Grupo Municipal Socialista están expresando su satisfacción por el fallo del Supremo. Giraldo está afirmando que la ordenanza anulada era una «chapuza» y que el Gobierno de Almeida tiene una trayectoria de «planeamientos y ordenanzas» que son invalidados por los tribunales debido a deficiencias en su elaboración. Por su parte, Almeida está intentando transmitir un mensaje de calma, asegurando que ya tenían previsto un «plan de contingencia» y que las terrazas existentes no se verán afectadas. No obstante, está reconociendo que las nuevas terrazas deberán ajustarse a la ordenanza de 2013. «Ediciones EL PAÍS S.L.» (2025) está informando que el alcalde ha prometido una nueva ordenanza «muy similar» a la de 2022 para finales de año.
¿Qué implicaba la ordenanza de 2022?
La ordenanza de 2022 introducía novedades importantes que no se contemplaban en la de 2013. Entre ellas, se incluían aspectos como el mobiliario en zonas terrizas, los taburetes en las esquinas, los horarios restringidos en los puntos calientes y la declaración de 31 zonas tensionadas. Su anulación, por tanto, está suponiendo un retroceso en estas regulaciones.
El futuro de las terrazas en Madrid
El Ayuntamiento de Madrid se está enfrentando a un escenario complejo. Por un lado, debe aplicar la ordenanza de 2013, revisando las licencias concedidas bajo la normativa anterior. Por otro, se está preparando para la elaboración de una nueva ordenanza que, según Almeida, recuperará gran parte de los elementos de la de 2022. Este proceso requerirá un análisis exhaustivo y, previsiblemente, un diálogo con los diferentes actores implicados, incluyendo hosteleros, vecinos y grupos políticos. «El uso del espacio público debe ser compatible con la vida en los barrios», se está comentando en diferentes ámbitos de la ciudad, resaltando la necesidad de un acuerdo que equilibre los intereses de todos los implicados.
¿Qué se espera a corto plazo?
- Revisión de licencias existentes bajo la ordenanza de 2022.
- Aplicación de la ordenanza de 2013 para nuevas solicitudes.
- Inicio de la elaboración de una nueva ordenanza de terrazas.
Implicaciones a largo plazo
La resolución del Tribunal Supremo está poniendo de manifiesto la importancia de una correcta tramitación de las ordenanzas municipales. La falta de informes de impacto y la omisión de trámites de audiencia están siendo señaladas como deficiencias que pueden invalidar una normativa. Además, está subrayando la necesidad de un debate abierto y transparente sobre el uso del espacio público, que tenga en cuenta las diferentes perspectivas y necesidades de la ciudad. El futuro de las terrazas en Madrid está en juego, y la elaboración de una nueva ordenanza representa una oportunidad para construir un modelo más equilibrado y sostenible.