El turismo en la Ciudad de Buenos Aires enfrenta un panorama desalentador para las próximas vacaciones de invierno
La recesión interna y el encarecimiento de Argentina para los turistas en dólares hacen que los próximos feriados pasen casi inadvertidos, especialmente para la hotelería, uno de los sectores más afectados por la caída en la llegada de turistas extranjeros y la menor circulación dentro del país.
Ocupación hotelera y pérdida del poder adquisitivo de los turistas
Los hoteles porteños prevén una de las peores vacaciones de invierno de los últimos años, con casi nulas reservas a un mes del receso. La ocupación en mayo apenas llegó al 40%, según la Cámara de Hoteles de la AHRCC. Los hoteleros señalan que los aumentos en los servicios y los costos generales no se ven reflejados en sus ingresos.
Los números oficiales del Indec reflejan la situación: en abril ingresaron al país 762.800 visitantes no residentes, un 23% menos que en el mismo mes de 2023. La caída es aún mayor si se considera solo a los turistas de países limítrofes, con una disminución del 35%.
El declive se viene registrando desde principios de año: en enero llegaron 841.900 turistas, en febrero 713.400 y en marzo 631.100. Y aunque los brasileños siguen siendo el principal contingente de turistas extranjeros, sus reservas son del año pasado y muchas se han cancelado.
Los turistas extranjeros que eligen Argentina también han reducido su gasto diario. Según un estudio de la Fundación Mediterránea, los turistas chilenos perdieron un 42% de capacidad de compra y los brasileños un 38% desde diciembre.
Programa "Argentina Emerge": un tímido intento sin impacto
En abril, el Gobierno lanzó "Argentina Emerge", un programa de descuentos en pasajes de micros de larga distancia y tarifas de hotelería para promover el turismo durante la temporada baja. Sin embargo, la iniciativa no tuvo impacto, según la Cámara de Hoteles.
Conclusión
El turismo en la Ciudad de Buenos Aires enfrenta un panorama desalentador para las próximas vacaciones de invierno. La crisis económica, la pérdida del poder adquisitivo de los turistas y la falta de medidas efectivas por parte del Gobierno auguran una temporada muy floja para el sector.