Casas colaborativas para suavizar la crisis inmobiliaria

La especulación inmobiliaria se ha convertido en un problema importante, contribuyendo a la crisis de la vivienda y dificultando el acceso a una vivienda asequible para muchos ciudadanos. En respuesta a esta situación, ha surgido un modelo de vivienda alternativo: la vivienda colaborativa (o cohousing).

¿Qué es la vivienda colaborativa?

La vivienda colaborativa es una forma de acceso a la vivienda basada en la colaboración y la gestión democrática. Se trata de comunidades diseñadas, promovidas y gestionadas por sus propios miembros, y están formadas por viviendas privadas y espacios comunes compartidos, como zonas de ocio, jardines o talleres.

La clave de la vivienda colaborativa es el uso del modelo de vivienda en cesión de uso, lo que significa que los residentes no pueden especular con sus viviendas. La propiedad de las viviendas pertenece a la cooperativa, que cede su uso a los socios. De esta manera, se elimina la posibilidad de compraventa y se protege a las viviendas de las fluctuaciones del mercado inmobiliario.

Existen diferentes tipos de viviendas colaborativas, con distintas características y costes. Algunas requieren una aportación inicial para cubrir los gastos de construcción o rehabilitación, mientras que otras ofrecen cuotas mensuales más bajas. En general, los costes de las viviendas colaborativas son inferiores a los del mercado tradicional, ya que se basan en la autogestión y la colaboración.

Beneficios de la vivienda colaborativa

La vivienda colaborativa ofrece numerosas ventajas, tanto para los residentes como para la sociedad en general:

  • Acceso a la vivienda asequible: La vivienda colaborativa reduce los costes de acceso a la vivienda, lo que la hace más accesible para personas con menores ingresos o en situaciones de vulnerabilidad.
  • Envejecimiento activo: Muchas viviendas colaborativas están diseñadas específicamente para personas mayores, ofreciendo espacios comunes y servicios que promueven un envejecimiento saludable y activo.
  • Sostenibilidad ambiental: La vivienda colaborativa fomenta la sostenibilidad ambiental al compartir recursos, reducir el consumo de energía y promover prácticas sostenibles.
  • Cohesión social: La vivienda colaborativa crea espacios de convivencia y participación, fomentando la cohesión social y el apoyo mutuo entre los vecinos.

Situación de la vivienda colaborativa en España

Aunque la vivienda colaborativa es un modelo con un gran potencial, su penetración en España es aún limitada. Actualmente, existen alrededor de 179 proyectos de vivienda colaborativa en marcha, pero solo 40 están habitados. Sin embargo, el interés por este modelo va en aumento, y se espera que el número de proyectos crezca significativamente en los próximos años.

Para impulsar el desarrollo de la vivienda colaborativa en España, es necesario un mayor apoyo institucional, así como un marco legal y fiscal más favorable. Además, es importante sensibilizar a la sociedad sobre los beneficios de este modelo y promover su difusión.

Conclusión

La vivienda colaborativa es un modelo alternativo de acceso a la vivienda que ofrece soluciones a los problemas de la crisis inmobiliaria y promueve un envejecimiento activo, la sostenibilidad y la cohesión social. Aunque su presencia en España es aún limitada, el creciente interés por este modelo y el apoyo institucional pueden contribuir a su consolidación como una opción viable y beneficiosa para la sociedad.