La exclusiva mansión que el cantante puertorriqueño Rauw Alejandro adquirió como regalo para su entonces pareja, la cantante española Rosalía, se encuentra a la venta en el mercado inmobiliario de lujo.

Una propiedad histórica con un pasado ilustre

Ubicada en la localidad catalana de Manresa, la masía data de principios del siglo XX y formó parte del convento de Sant Domènec. En 1905, el empresario Josep Portabella i Cots y el arquitecto Ignasi Oms i Ponsa la transformaron en una suntuosa residencia señorial.

En febrero de 2022, Rauw Alejandro y Rosalía compartieron una romántica imagen en redes sociales besándose frente a los muros de piedra de la mansión, desatando rumores de que sería su nido de amor.

Un legado arquitectónico en el mercado

Actualmente, la inmobiliaria de lujo barcelonesa Luxline gestiona la venta de la propiedad, valorada en 2,2 millones de euros. Con una superficie de 3.125 metros cuadrados, la masía ofrece un amplio abanico de estancias y comodidades.

La vivienda cuenta con más de 10 habitaciones, baños modernistas, salones espaciosos, sala de juegos, bodega, un exuberante jardín con piscina, una sacristía y caballerizas. Según la inmobiliaria, es "mucho más que una casa; es un legado arquitectónico que combina la elegancia del modernismo con la majestuosidad de su entorno natural".

El fin de un amor, el inicio de una nueva etapa

La ruptura de Rauw Alejandro y Rosalía, tras dos años de relación y planes de boda, marcó el fin de una era. La noticia se hizo pública después de que la cantante compartiera una imagen llorando en su cuenta de Instagram.

Ambos artistas hicieron oficial su relación en septiembre de 2021, tras meses de especulaciones. Durante su noviazgo, colaboraron en numerosos proyectos profesionales, como el álbum "RR" (2023), que incluía canciones como "Beso", "Vampiros" y "Promesa".

Tras la separación, Rosalía ha centrado sus esfuerzos en su carrera artística, con proyectos como su participación en la nueva temporada de la serie "Euphoria".

La venta de la manresa de Manresa supone un nuevo capítulo en la historia de esta emblemática propiedad, que guarda los recuerdos de un amor que no pudo ser.