El festival Afterlife y su expansión en América Latina
El auge de la música electrónica ha alcanzado un nuevo pico con el retorno del festival Afterlife a diversas ciudades de América Latina en 2024. Este evento internacionalmente reconocido comenzó su travesía en Ibiza y, con el pasar de los años, su presencia se ha solidificado en importantes metrópolis alrededor del mundo, ofreciendo a los aficionados de la música electrónica una experiencia inolvidable y altamente sensorial.
El festival Afterlife no solo promete una selección musical curada por grandes figuras como Tale Of Us, sino que también una propuesta visual cautivadora. En 2024, las ciudades de Medellín, Buenos Aires, Ciudad de México y Guadalajara serán testigos de un espectáculo que integra tecnología de punta con un diseño sonoro inigualable, creando un universo ficticio que transforma la experiencia del espectador.
Un evento marcado por la innovación y creatividad
A lo largo de su historia, el festival ha sido el punto de encuentro para aquellos que buscan sumergirse en un universo alterno. Los organizadores se han comprometido a elevar la calidad del evento año tras año, enfocándose en la innovación tanto musical como visual. En la edición de 2024, se espera que los eventos en Latinoamérica superen las expectativas previamente establecidas, trayendo una alineación de artistas de renombre y visuales que desafían los límites de lo real.
En la Ciudad de México, el Afterlife se llevará a cabo en el icónico Autódromo Hermanos Rodríguez, conocido por ser la cuna de otros festivales de gran envergadura. Esta nueva ubicación ha generado expectativas positivas entre los futuros asistentes, quienes esperan que el cambio de locación contribuya a una mejor organización y logística en comparación con ediciones pasadas.
El festival Afterlife se ha convertido en una plataforma donde arte, música y tecnología se encuentran para crear experiencias únicas y multisensoriales. Cada edición busca ser un viaje hacia lo desconocido, donde la comunidad electrónica encuentra una conexión profunda a través de beats sincronizados y una narrativa visual que lleva a los asistentes a un viaje por diferentes dimensiones artísticas.