Alicia al socavón: Una travesía dislocada en la era de la tecnología

Alicia al socavón, la nueva obra de Carlos Trunsky, presenta una versión contemporánea del clásico de Lewis Carroll, "Alicia en el País de las Maravillas". Esta pieza de teatro musical transporta a Alicia al mundo de la virtualidad, donde la conectividad y la inmediatez rigen el laberinto.

Personajes y trama

La protagonista, Alicia (María Kuhmichel), es una joven que cae en el socavón y se adentra en un mundo alterno dominado por la tecnología. Acompañada por El Narrador (Gastón Santos) y El Ilustrador (Emanuel Ludueña), Alicia emprende una travesía dislocada donde los personajes tradicionales de Carroll adoptan nuevas formas y personalidades.

El Conejo Blanco es ahora rosado, la Oruga se transforma constantemente y el Sombrerero da paso al alocado Apparicio, un guiño a las aplicaciones de los teléfonos celulares.

El lenguaje de la tecnología

Trunsky y su coautora, Mariel Monente, capturan el lenguaje de la era digital con maestría. Alicia se comunica a través de su "palmantalla", mientras que el coro canta sobre "tecno-extraviarse en el ciber-espacio".

El texto integra hábilmente términos técnicos y expresiones coloquiales, creando un glosario que refleja la sociedad actual.

Reflexiones profundas

A pesar de su apariencia disparatada, Alicia al socavón aborda temas profundos. Explora la distorsión de la percepción en la era digital y cuestiona el impacto de la tecnología en nuestras vidas.

El síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, que afecta la percepción del mundo y del propio cuerpo, sirve como metáfora de la realidad alterna creada por la tecnología.

Una obra para el siglo XXI

Alicia al socavón es una obra que resuena con el público del siglo XXI. Trunsky nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la tecnología y el impacto que tiene en nuestra percepción de la realidad.

Con su elenco talentoso, su música pegadiza y su texto perspicaz, Alicia al socavón es una aventura teatral que no dejará indiferente a nadie.