Arquitectura emocional y romanticismo en el Madrid de los años 50

El cortometraje "Arquitectura emocional 1959" del director Elías León Siminiani, transporta al espectador a la capital española de la posguerra, donde el amor florece entre dos jóvenes de diferentes clases sociales en medio de un entorno arquitectónico evocador.

Andrea y Sebas: un amor marcado por la arquitectura

Andrea, hija de la burguesía acomodada, vive en un lujoso dúplex diseñado por Secundino Zuazo, uno de los arquitectos más influyentes de la época. Por otro lado, Sebas, proviene de una familia trabajadora y reside en las casas baratas de la colonia de San Cristóbal, también obra de Zuazo.

A pesar de sus diferencias sociales, Andrea y Sebas se enamoran en los pasillos y galerías del Instituto de Formación del Profesorado, actual Facultad de Estudios Estadísticos de la Universidad Complutense. Este edificio, diseñado por Miguel Fisac, refleja la admiración del arquitecto por la Alhambra de Granada, creando un ambiente inspirador para el romance.

El impacto de la arquitectura en las relaciones humanas

A través de la historia de Andrea y Sebas, Siminiani explora el impacto que la arquitectura puede tener en las relaciones humanas. El espacio que habitamos puede acercarnos o alejarnos, influir en nuestras emociones y moldear nuestras interacciones sociales.

El director utiliza la arquitectura como un personaje más, que evoluciona junto a los protagonistas. Los cambios de estación y el paso del tiempo se reflejan en las fachadas y los entornos, acompañando el vaivén emocional de Andrea y Sebas.

Un homenaje al patrimonio arquitectónico de Madrid

Además de su trama romántica, "Arquitectura emocional 1959" es un homenaje al patrimonio arquitectónico de Madrid. El cortometraje destaca el trabajo de arquitectos como Fisac y Zuazo, que transformaron el paisaje urbano de la capital durante el siglo XX.

La película ha sido reconocida con cinco premios en el Festival Internacional de Cine de Alcalá de Henares y la espiga de oro de la Seminci vallisoletana, consolidando su posición como una obra que fusiona arte, historia y emociones.