Blur celebra su sueño alcanzado: Wembley ya puede descansar
Tras el anuncio del regreso de Oasis a los escenarios 15 años después de su separación, Blur vuelve a las pantallas para recordarnos que ellos ya habían regresado. Estas dos bandas protagonizaron en los años 90 una de las rivalidades más intensas de la escena británica, junto a otras como Pulp y Suede.
Oasis iniciará su gira mundial en julio de 2025 en Cardiff, con todas las entradas vendidas en pocas horas y precios disparados. Por su parte, Blur acaba de estrenar dos producciones para reivindicarse: el documental "Blur: To the End" y el concierto "Blur: Live at Wembley Stadium", cuatro horas en total. Estas producciones se proyectaron en noviembre en los cines y ahora llegan a las plataformas (Filmin ya lo ofrece y, desde el 13 y 14 de diciembre, también estará disponible en Movistar Plus).
En sus mejores años, Blur y Oasis competían directamente e incluso lanzaban discos en la misma fecha para medir sus fuerzas, lo que despertó el interés de los tabloides y la prensa musical, ansiosos por revivir la antigua rivalidad entre los Beatles y los Rolling Stones.
Oasis irrumpió con fuerza en 1994 y logró mayor repercusión internacional, aunque su trayectoria fue decayendo hasta su separación en 2008 tras una pelea entre los hermanos Gallagher en los camerinos de París. Blur, en cambio, ha mantenido una carrera más estable hasta la actualidad, aunque también se ha tomado largos descansos, conocidos como "hiatos".
Su líder, Damon Albarn, dedica estas pausas a sus numerosos proyectos paralelos, como las bandas Gorillaz y The Good, the Bad and the Queen, su carrera en solitario y su faceta como productor, compositor de bandas sonoras e incluso óperas ("Dr. Dee"). Albarn, uno de los creadores más prolíficos de su país en varias décadas, es descrito por sus compañeros como hiperactivo en "To the End".
"To the End": un retrato íntimo
El documental está dirigido a quienes ya conocen la trayectoria de Blur, ya que apenas ofrece información sobre sus inicios. Se centra en un retrato íntimo de la banda en la actualidad, tras ocho años separados, durante los cuales Albarn se dedicó a varios proyectos y algunos de sus compañeros, como el bajista Alex James, se retiraron a zonas rurales.
Los cuatro miembros se reúnen tras la pandemia para comenzar a crear su último álbum, "The Ballad of Darren", y vuelven a los escenarios. Primero en salas pequeñas, para ir cogiendo ritmo, y luego en algunos festivales (pasaron por Barcelona para el Primavera Sound; una segunda fecha del mismo evento en Madrid se suspendió por la lluvia y acabó convirtiéndose en un concierto menos multitudinario en La Riviera).
Y llegó el momento cumbre de su carrera: Wembley, el estadio londinense que abarrotaron durante dos noches en julio de 2023, los días 8 y 9, con un total de 148.000 espectadores. Llegaron muy afectados por el festival de Coachella en abril, donde el público del desierto de Colorado apenas conocía sus canciones más emblemáticas.
"To the End" es más que un simple making of: acompaña a los miembros de la banda en sus ensayos y conversaciones, nos adentra en sus casas, conocemos sus resacas (el alcohol era el pegamento del grupo, admiten) y nos bañamos con ellos en las frías playas del sur de Inglaterra. Hablan a menudo a la cámara y se muestran sinceros al expresar sus inseguridades, pues estos triunfadores de los veinte años se encuentran ahora en la crisis de los cincuenta. El cuerpo ya no responde igual: el batería Dave Rowntree llega al concierto estelar con una lesión de rodilla y camina con muletas hasta la puerta del escenario, donde se las quita.
"Live at Wembley": el éxtasis en directo
En esta película no se disfruta plenamente de su música, salvo en algunos fragmentos, pero para eso tenemos "Live at Wembley", que permite revivir su concierto íntegro (que en verano ya se editó como disco doble).
Albarn, como nos ha contado antes, estaba obsesionado con el recinto más icónico de Londres desde que vio por televisión, siendo adolescente, a Queen en el Live Aid de 1985. Damon nunca había tocado allí (sí en otros escenarios multitudinarios, como Glastonbury o Hyde Park), pero sí había jugado al fútbol sobre ese césped, en un partido benéfico en 1996, y había marcado un gol.
El concierto tiene un sonido crudo, no demasiado perfecto, pero enérgico y convincente para una audiencia entregada. Los músicos se entregan por completo, especialmente Albarn, que en varias ocasiones se lanza al público. La guitarra seca y distorsionada de Graham Coxon destaca por momentos sobre la voz cansada y siempre macarra de Damon. Evitan los adornos, ya que hace tiempo que no utilizan vientos ni otros instrumentos: solo el teclado de Mike Smith se suma al cuarteto.
Apenas cuentan con invitados en el escenario: el actor Phil Daniels, que recita los versos de "Parklife", y, en el momento más emotivo de la noche, el coro London Community Gospel Choir, que acompaña la preciosa nana "Tender". Al final, Albarn se tumba en el suelo con su guitarra, se acurruca como un bebé, sonriente y aliviado. Lo hizo. Triunfó en su ciudad. Era lo único que quería contar.
Después hemos sabido que Albarn buscó excusas para cancelar la segunda noche en Wembley, por miedo a estropearlo. Ahora se avecina otro hiato de la banda: "Esto es demasiado para mí", dice. Ya piensa en un nuevo trabajo con Gorillaz.
Pero nadie descarta nada. Estas películas no dan la impresión de ser una despedida, aunque sí de que han saldado cuentas pendientes. Ellos nunca dicen adiós, sino hasta luego.