Cada minuto cuenta: Una carta de amor a México
En una época dominada por series sobre narcotráfico que distorsionaban la imagen de México, la guionista Victoria Orvañanos decidió tomar un camino diferente: revivir el emotivo y trascendental terremoto de 1985.
Un homenaje al heroísmo mexicano
Cada minuto cuenta es una serie inspirada en historias reales del terremoto. No se centra en el sismo en sí, sino en el movimiento social que surgió para salvar vidas atrapadas bajo los escombros.
“Queríamos hacer una carta de amor a nuestro país, abordar una herida aún abierta y homenajear la resiliencia y el espíritu mexicano”, señala Orvañanos.
La serie rinde tributo a los rescatistas, médicos y voluntarios que arriesgaron sus vidas, demostrando que México es un país lleno de héroes.
Un viaje al pasado para recordar
Cada minuto cuenta es un viaje al pasado, a un momento que marcó a México y reveló tanto el heroísmo como las sombras de la sociedad.
A través de un guión cuidadosamente estructurado, revive uno de los desastres más devastadores del país desde una perspectiva íntima, revelando historias reales de lucha y resiliencia.
Una lección de vida
Para Orvañanos, Cada minuto cuenta fue más que un proyecto; fue una lección de vida, esperanza y fortaleza.
La guionista escribió la serie durante la pandemia, enfrentando el COVID-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que le permitió conectar profundamente con los personajes y sus emociones.
Un proceso de investigación riguroso
Orvañanos y el equipo de producción dedicaron seis años a investigar el terremoto de 1985, recopilando información para desarrollar la trama y los personajes.
Estudiaron documentales, consultaron a sobrevivientes, médicos y expertos, y entrevistaron a ingenieros que explicaron las causas de los colapsos de edificios, un tema que la serie aborda con contundencia.
Relatos reales y personajes ficticios
Cada minuto cuenta entrelaza relatos reales y personajes ficticios para narrar la historia con el corazón.
“Cada escena es una recreación detallada y respetuosa del 19 de septiembre de 1985. Es un viaje en el tiempo que respeta la memoria colectiva de los mexicanos”, afirma Orvañanos.
Uno de los momentos más emotivos es la recreación de una cesárea de emergencia a una mujer embarazada fallecida, cuyo bebé es salvado. Este personaje está inspirado en una historia real.
Escenas como esta muestran la mezcla de tragedia y esperanza que marcó a una generación.